La vida de un miembro del Regnum Christi es una aventura y una misión. Es seguir a Cristo vivo y resucitado; seguirle con amor, y formar parte de algo más grande que uno mismo. Es permitirle a Dios que toque el corazón de otros a través de ti, y te descubres tú mismo transformado profundamente. Es ser un amante de la Iglesia, y vivir en la alegría del Evangelio.
La mejor manera de discernir si este es tu sitio es rezar, pedirle luz al Espíritu Santo y buscar a alguien que te acompañe. Aquí te damos algunas pistas.