El tema que se tratará en esta jornada será la Vida afectiva en el sacerdote: una ventana abierta a la totalidad de lo real, y lo impartirá Nieves González Rico, Directora del COF Diocesano de Valladolid y Directora Académica del Instituto Desarrollo y Persona de la UFV y del Programa Aprendamos a Amar. El curso tiene un precio de 60 euros.
El P. Antonio Herrero, L.C., director de la Fundación Alter Christus, explica con esta frase del Papa San Juan Pablo II la vocación del sacerdote: “El hombre permanece un ser incomprensible para sí mismo si no se le revela el amor”. “Esa frase es particularmente significativa para todo sacerdote. Todo ser humano está llamados a amar. Y el sacerdote no queda excluido de esa corriente; más aún, por vocación, debe amar a todos, particularmente a las personas que son destinatarias más inmediatas de su quehacer pastoral”, explica el P. Antonio. Sin embargo, señala que debe hacerlo desde su condición de célibe, de apóstol y de ungido y no siempre es una tarea fácil. “Esta jornada pretende delinear una ruta provechosa para que el sacerdote dinamice la potencia de su corazón, pero sepa a la vez encauzarla desde la singularidad de su vocación”, añade el P. Antonio.
Sacerdotes volcados en las pastoral parroquial
El encuentro está pensado para todos los sacerdotes, sobre todo aquellos especialmente volcados en la pastoral parroquial: “Tal vez son los que más pueden sentir la soledad y los embates de un modelo de sociedad que difunde caricaturas del amor: un amor superficial y material, que el sacerdote no puede alojar en su corazón, dedicado a Dios, pero que, a la vez, tiene que iluminar para que sus fieles no tropiecen tampoco con esos falsos modelos”, añade el P. Antonio.
Además, indica que todos los presentes podrán describir la dinámica del amor en la propia vocación, es decir, lo positivo del amor. “Alguno ha dicho de los sacerdotes: ‘Porque no aman a una mujer dicen que aman a Dios’. Afirmación atrevida, sin duda, pero que exige a cada sacerdote la reflexión sobre el impulso y destino de su fuerza afectiva”, añade el P. Herrero. Por ello, señala que este curso puede ayudar a todo aquel que ha recibido una reflexión así. “Queremos que el sacerdote salga reforzado, sí, en su amor a Dios, pero que, a la par, siga aprendiendo a amar a todos, también a la mujer. Que ame más que antes, pero según el carisma de su vocación”, concluye el P. Antonio.
El programa del curso será el siguiente:
Mañana
- 10:00-11:30 1ª sesión: El dinamismo del corazón humano.
- 11:30-11:45 Descanso.
- 11:45-13:15 2ª sesión: Claves para la vivencia del amor célibe. Fortalezas y heridas afectivas.
Tarde
- 15:00-16:30 3ª sesión: Taller práctico.
- 16:30-16:45 Descanso.
- 16:45-17:15 4ª sesión: La madurez afectiva, ser libres para amar.
- 18:00 Cierre de la jornada.
