Se conocieron gracias al retiro de Effetá y más tarde decidieron crear este apostolado. A día de hoy tienen más de 1.200 seguidores en Instagram y dos temporadas con más de 25 capítulos. 

Hemos podido entrevistar a Fátima Gallardo, laica del Regnum Christi, una de las creadoras del podcast, y nos ha contado la experiencia de organizar un apostolado así y cómo les está ayudando. “El podcast nos ayuda a salir de nosotras mismas, a dar gracias por nuestra fe y lo que tenemos”, ha explicado. Puedes seguir sus contenidos en Spotify, YouTube e Instagram. 

¿Por qué decidisteis crear este podcast y dirigirlo a los jóvenes?
En primer lugar veíamos que la mayoría de gente de nuestro alrededor, los compañeros de la universidad, los amigos, tenían una falta de ser ellos mismos y no ser sumisos a lo que los demás esperaban de ellos. Veíamos que muchas veces no tenían sus propias ideas ni tenían claro lo que querían decir, sobre todo en decir que no y decir que sí en unas circunstancias y en otras.

En segundo lugar, lo hicimos porque muchas de nuestras amigas se sentían vacías y no entendían porque nosotros podemos estar alegres y felices a pesar de lo que nos pasa en la vida. Vimos que si nosotras éramos felices con todo lo que conlleva la vida y estábamos contentas y llenas de ilusión y ganas de vivir y de transmitirlo a los demás, ¿por qué no lo íbamos a hacer? 

¿Por qué decidisteis crearlo en concreto para los jóvenes?
Somos jóvenes y todo esto lo hemos visto a nuestro alrededor. Muchas veces los jóvenes no se cuestionan nada, ni por qué están aquí, si hay algo después de la muerte, qué tipo de persona quieren a su lado, si quieren formar una familia… Queríamos despertar esto para que los jóvenes se plantearan todo y tuvieran un plan de vida y no se dejaran llevar por las masa. Por eso, durante la cuarentena, surgió la idea de hacer un podcast y transmitir que se puede vivir una juventud auténtica y verdadera, guiada por ideales, y valores y no por lo que te dicen los demás. 

¿Cómo fue el proceso de crearlo? ¿Encontrasteis dificultades?
Fue un proceso muy rápido. El 18 de mayo, durante el centenario de San Juan Pablo II, que es nuestro patrón, decidimos el nombre y la cuenta de Instagram. A una de nosotras se nos ocurrió el nombre JuvenTruth que al final da sentido a lo que hacemos, que es mostrar una juventud auténtica. Quedamos un fin de semana las tres y dijimos que nos lanzábamos a la idea y grabamos el primer episodio. Fue difícil porque no teníamos ni idea de cómo se montaba un episodio y no sabíamos cómo darnos a conocer, pero entre los profesores de la universidad y los amigos, ha salido adelante. 

¿Qué temas tratáis en el podcast? ¿Seguís algún criterio para elegirlo?
Por ahora llevamos una temporada y estamos empezando la segunda. En la primera temporada hablamos sobre cómo ser un joven auténtico, y tratamos temas como el ser uno mismo, la autoestima, la libertad, cómo ser un buen amigo, vivir con alegría, compromiso… Y esta segunda temporada vamos a tratar el amor desde una perspectiva integral. Hemos empezado describiendo qué es el amor auténtico, y queremos ir avanzando en sus diferentes dimensiones, etapas y maneras de manifestarse.

¿Cómo ha sido la respuesta en los jóvenes?
Lo importante es que cada persona que nos sigue sale mejor de lo que estaba antes. Lo que más nos gusta es que ayude a la gente y le transforme. También que puedan ver que su vida vale la pena y que están aquí por algo y para alguien, que alguien le ha creado para vivir la vida al máximo, con raíces. Yo creo que salen con actitud y con ganas de soñar a lo grande y no dejarse llevar por lo que la sociedad nos anima a vivir.

¿Cómo os ayuda a vosotras hacer este apostolado?
Nos ayuda muchísimo porque al fin y al cabo son un montón de horas que dedicamos a Dios y a los demás. A pesar de que llevamos poco tiempo, ya ha habido gente que no conocíamos que se han unido a nuestros equipos del Regnum Christi. Nos damos cuenta que es obra de Dios y que sin Él no hacemos nada. Vemos que Él es nuestro jefe. El podcast nos ayuda a salir de nosotras mismas, a dar gracias por nuestra fe y de lo que tenemos. También, a ser agradecidas de poder vivir así y a tener las ganas y la fuerza de transmitirlo a los demás.