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Confirmaciones en Highlands School El Encinar | Sonsoles, “profe de mates” y catequista: “Hay niñas que se dejan llevar por el Espíritu, y realmente cambian de vida”

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Se llama Sonsoles Piñar y es catequista desde hace 14 años: “¡Madre mía! Solo de pensarlo me entran escalofríos. ¡Cuánta gracia recibida desde entonces!”, nos comenta.

En todo este tiempo, ha preparado a alumnos de todas las edades de la ESO, pero en los últimos años a los de 4º: “Yo soy la profe de mates de 1º y 2º en Highlands School El Encinar, y me encanta volver a estar el año de 4º con ellos. Cambian mucho, se profundiza más, llegas a una relación con ellos más transcendental. Es bonito, un camino precioso”.

 

Hemos entrevistado a Sonsoles, porque el miércoles 5 de mayo, el Viario de la Vicaría I de Madrid, don Juan Carlos Vera, confirmó a cincuenta chicas y sesenta chicos de 4º de la ESO y bachillerato del colegio. Hemos hablado con ella y nos ha compartido toda la pasión que tiene por acercar a los jóvenes a Dios.

 

¿Por qué te dedicas a dar catequesis de confirmación?
Porque cuando me confirmé me dijeron la frase “dad gratis lo que gratis habéis recibido…” y ya han pasado 20 años desde entonces.

 

¿Qué es lo más complicado de impartir catequesis a adolescentes?
Enganchar con ellos, entrar en su corazón y conciencia para que descubran que ahí está Dios. El mundo actual es muy superficial y es difícil construir vida interior.

 

 

¿Ves los frutos de tu dedicación, o esos frutos son del Espíritu Santo, para cuando él quiera que florezcan?
Es verdad que el evangelio nos enseña a ser pacientes, a sembrar más que a recoger, pero Dios es tan generoso y bueno que nos deja ver algún que otro fruto. Niñas que se dejan llevar por el Espíritu y que realmente cambian de vida.

 

¿Cómo impartes la catequesis? ¿Es algo dinámico o cómo haces para captar la atención y poder presentar a la fe?
He hecho de todo, cada año el grupo cambia y no a todos les sirve lo mismo. Como lo que cuesta es enganchar, ayuda mucho empezar con alguna dinámica que les descoloque. Unos papeles en el centro con preguntas y cada una elige, una manualidad que simboliza algo, un cuento con moraleja, un testimonio… pero lo que realmente les engancha es que te abras, que hables desde el corazón. Esto cuesta, humanamente no es fácil, pero si invocas al espíritu y él te va poniendo las palabras… eso sí que engancha.

 

 

¿Rezas por ellos? ¿Tu forma de rezar ha cambiado desde que eres catequista?
¡Claro que rezo por ellos! Y a sus padrinos es lo primero que les digo, desde que les llamo para mantenerles al tanto de sus confirmandos, les pido que recen por ellos. Cuando hablas de la fe, fortaleces la fe. Cuando enseñas a rezar, cambias la forma de rezar. Desde que tenemos conciencia hacemos oración ¿Quién no recuerda las primeras oraciones que nos enseñaron en casa? A medida que creces y te encuentras con el Señor, la oración cambia.

 

Ya no se repiten oraciones, sino que contemplas, alabas, agradeces. Pero no creo que esté la pregunta bien planteada, porque el cambio de la oración de casa a la oración adulta no se realiza porque seas catequista sino porque te encuentras con el Señor. La oración de alabanza es la que más nos coloca en el mundo, Si reconoces que Él es el Señor, que Él es el Camino la Verdad y la Vida, lo demás es pasajero y eres capaz de repetir con San Pablo: “Nada nos separará del Amor de Dios.”

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