En la última salida organizada el 12 de noviembre de 2021, participaron doce personas. Noe Robertos, laico consagrado del Regnum Christi, y Nicole Continelli y Mariana Solia son tres de ellas, y han querido compartir su experiencia con nosotros sobre este apostolado y la importancia que tiene también en sus vidas. La próxima salida tendrá lugar el 24 de diciembre, a las 10:30 de la mañana.
“Cristo de la calle no solo ha cambiado la forma de ver mi vida, sino que me da la vida”
Para Nicole Continelli es importante este apostolado porque le ayuda a ver que es “una persona bendecida, que no le hace falta nada, que simplemente todo lo tiene porque es amada”. Participar en Cristo en la calle no solo le ha cambiado su forma de ver la vida, “sino que le da la vida”. “Dios no te da un día más porque lo necesites, sino porque alguien te necesita”.
En este apostolado se ha dado cuenta que la gente que vive en la calle “son como nosotros, personas, solamente que sus circunstancias de vida los han llevado a terminar en la calle”. Una de las cosas que más le llama la atención es cómo han llegado hasta allí. “Algunos dicen que no les gustaba vivir en Sudamérica y emigraron a Europa, específicamente a España. Otros quedaron en la calle porque un desalmado robó su hogar”, ha contado.
Una de las historias que más le ha impactado es la de don Juan, un señor con muletas que se encontraba allí. “Cuando le preguntamos cómo había llegado ahí, nos comentó que le habían robado la casa y se había quedado sin nada, aún teniendo estudios y habiendo viajado por las costas de España haciendo surf. Al percatarse que alguien le estaba preguntando de su vida, las lágrimas empezaron a caer de sus ojos. Ahí me di cuenta que Dios actuaba en nosotros”, ha comentado Nicole.
“Si te acercas a los pobres con el amor de Cristo, todo cambia”
“Es importante este apostolado porque nos permite encontrarnos con esas personas que muchas veces son ignoradas y nos olvidamos que son personas como nosotros y tienen la misma dignidad”, ha comentado Noé Robertos, laico consagrado del Regnum Christi. El simple hecho de acercarse a ellos y hablar un momento es “suficiente para que se sientan acogidos y amados”
Este apostolado le ha hecho pensar en Charles de Foucauld, futuro santo de la Iglesia, que afirmaba que se sentía “llamado inmediatamente a ‘las ovejas perdidas’, a las almas más abandonadas, a las más desamparadas, para cumplir con ellas el deber del amor: ‘Amaos unos a otros como yo os he amado, en esto reconocerán que sois mis discípulos”.
Este encuentro ha sido “una oportunidad para vivir el Evangelio con esas personas y compartirles a Cristo”. Aunque reconoce que al principio sí que cuesta acercarse a ellos porque uno no sabe cómo le van a responder: “Si te acercas a ellas con el amor de Cristo, como Cristo las trataría, todo cambia, se pierde el miedo y aceptas con fe una buena respuesta o el rechazo”. Una de las cosas que más le gusta de estar con ellos es escucharles: “Te cuentan de todo: su historia, su familia, los problemas que tienen, cómo es su vida en la calle, etc. Creo que al final, el ser escuchados, es lo que más valoran porque pocas veces tienen esa oportunidad”, ha contado.
“El Espíritu Santo te ilumina”
Mariana Solia ha participado en este Cristo de la calle y ha reconocido que “donar un poco de tu tiempo a las personas que nos necesitan es algo que alegra el corazón”, y le ha ayudado a irradiar más energía por su fe. “Nos levantamos ayudando a los demás y eso es algo que lo he visto con mi experiencia”, ha comentado. Para Mariana fue importante hacerlo otra vez porque desde la pandemia no había podido y ahora ha recordado lo necesario que es darse a los demás, porque “la alegría y compañía que se siente en todo el proceso es incomparable”. “En este Cristo de la calle recordé la misión y lo bello de poder darnos a los demás en lo que podamos y quiero seguir haciéndolo”.
Este tipo de apostolado no le da miedo porque Mariana porque sabe que “Dios puso a esa persona en el camino para que pueda acercarme y acompañarla y apoyarla en algo que necesite”. Además “puedes cambiarle la vida a alguien por darle un minuto de tu vida”.
Durante el apostolado, la mayoría de personas están muy agradecidas y, aunque algunos lo aceptan y otros no, “tuvimos la intención de hablar con ellos o darles algo de comer y beber”. “Te encuentras en una posición de empatía y escucha compartiendo la fe y lo que el Espíritu Santo te ilumine para decirles lo que necesitan en ese momento”.
La próxima salida tendrá lugar el 24 de diciembre, a las 10:30 de la mañana, y si quieres participar debes regístrate previamente. Y si quieres más información ponte en contacto con Natalia en el 634-468-029.
