Se trata, como explica Jo Treviño, la coordinadora de inglés en el colegio, de “un intercambio cultural y académico que favorece la integración del alumno en un mundo globalizado donde las relaciones sociales son el motor del momento que les ha tocado vivir”.
Los alumnos norteamericanos además de la convivencia con sus compañeros y sus familias españolas van a participar en un amplio programa de actividades que les va a llevar a conocer Madrid y diversas localidades fuera de la ciudad como Toledo. En el colegio están teniendo una hora diaria de clase de español además de las clases correspondientes a su nivel.
Una de las primeras actividades, tras el recibimiento en el auditorio, fue un taller de flamenco. Allí una bailaora, un guitarrista y una cantaora les enseñaron tres palos: sevillanas, tangos y alegrías. Los americanos acabaron bailando.
Al comenzar el proyecto del ‘Cristo de la calle’, sus organizadores vieron dos necesidades fundamentales que tienen las personas sin techo. Por un lado, la necesidad de dedicarles tiempo, atención, cariño, respeto… Y, por otro, entregarles ayudas que puedan hacer su vida más llevadera. Por este motivo, Juventud Misionera ha hecho una llamada a donar ropa de invierno y comida no perecedera.
Aprovechando la oportunidad que ofreció la Misa de las familias celebrada en Cerro del Coto este pasado domingo, los asistentes donaron todo tipo de útiles o comidas: guantes, jerséis, bufandas, calcetines, abrigos, pantalones, zapatos… Y, en cuanto a alimentos, leche, comida enlatada, galletas, etc. Es significativo que algunas de las donaciones provenían de los regalos que algunos niños pidieron expresamente a los Reyes Magos para entregar este día.