En el caso de María, esto significó responder una llamada a “dejar que Él reine”, nos cuenta. Este sí le hizo entender que, aunque uno no es merecedor de su amor, es un regalo que Cristo da “por el hecho de ser nosotros”.

María ha querido compartir su testimonio de incorporación y de la celebración de Cristo Rey.

Regnum Christi: Una comunidad para acompañarte

Mi incorporación al Regnum Christi significó formalizar mi ‘sí’ a Cristo, un ‘sí’ que ya le había dado muchas veces a lo largo de mi camino en el Regnum Christi, pero esta vez de una forma muy especial: poniendo en sus manos todo ese trayecto recorrido y aquel que me queda por delante.

También, comprometiéndome a ser apóstol y pidiéndole la gracia que necesito para hacer presente su Reino en quienes me rodean, aún sabiendo que soy limitada y que fallaré muchas veces.

Fue un día precioso que recuerdo con mucho cariño, ya que me sentí acompañada por muchas de las personas que, de alguna forma, me han ayudado a descubrir quién es Cristo y el plan de amor que tiene preparado para mí. Además, mi incorporación coincidió con el día de Cristo Rey, por lo que fue doblemente especial.

Quien busca a Cristo debe buscar una comunidad, como el Regnum Christi, que le acompañe y que le enseñe quién es Cristo y lo libre que llega a ser uno cuando camina a Su lado

Fue una llamada a dejar que Él reine en mí y, con su ayuda, invitar a otros a que le abran su corazón. Dios tiene tiempos y caminos distintos para cada uno, pero todos nos conducen a un mismo punto: a entender que, aunque no seamos merecedores de su amor, es un regalo que Cristo nos da por el simple hecho de ser nosotros. Quien busca a Cristo debe corresponderle dándole su sí en las pequeñas invitaciones que le hace en su día a día y, sobre todo, buscar una comunidad que le acompañe y que le enseñe quién es Cristo y lo libre que llega a ser uno cuando camina a Su lado, como es el Regnum Christi.

María Gómez