Ha sido una experiencia de la vitalidad y dinamismo del Regnum Christi en Sevilla. Un encuentro de generaciones, vocaciones, realidades, y de todos con todos donde ha habido sanación, perdón y renovación. Y según cuentan sus delegados, también ha habido una palabra del Espíritu clara para la misión en esta localidad: hay un deseo fuerte de estar juntos, de ser comunidad, de fortalecer la convivencia entre las realidades y generaciones. Y una fuerte invitación a salir al encuentro de los demás en sus problemas, de los que se participa, anunciar a Cristo, la Buena Nueva: “Tenemos una casa y no podemos esperar a que vengan los invitados: hay que salir a buscarlos con urgencia”, afirma Javier Cañizares, delegado y moderador de la Convención. En las próximas semanas, se terminará de dar forma al programa de la localidad recogiendo entre la riqueza del discernimiento realizado.