Para muchos, este momento ha significado un antes y un después en su relación con Jesús. “Al hacer la alianza, me he dado cuenta de que Cristo nos invita a ser su amigo íntimo y su apóstol para construir un mundo nuevo según el Evangelio”, comparte Gonzalo, el cual vivió esta experiencia con gran emoción.

Un compromiso de amistad con Cristo

Como explica Juan Miguel, esta alianza se realiza cada año en torno a la festividad de San José Sánchez del Río, el joven mártir que con valentía entregó su vida por Cristo. “Como nuestro patrón del ECYD es San José Sánchez del Río y su fiesta es el 10 de febrero, hacemos una convivencia de la alianza cercana a esa fecha. Al hacer la alianza en estas fechas, me ha ayudado a entender mejor cómo es ser un apóstol valiente”, afirma.

Para José Manuel, este paso en su camino de fe ha venido acompañado de símbolos que le recuerdan su compromiso diario. “Cuando hicimos la alianza, nos dieron a todos una camiseta, la cruz del ECYD, unas oraciones y una pulsera. Yo, al mirar la pulsera, siempre me acuerdo de rezar, y al llevar la cruz puesta, me ayuda a fortalecer mi amistad con Jesús”, explica.

Una experiencia transformadora

El impacto de este compromiso no solo ha sido significativo para los niños, sino también para sus responsables. Alfonso Montes, uno de sus responsables, recuerda el camino recorrido por los chicos hasta este momento: “Cuando mis niños hicieron la alianza, me acordé de cuando entraron en el club por primera vez. También pensé que no los conocía en aquel momento, y ahora los veo como niños mucho más mayores. No solo noto un cambio de madurez en ellos, sino que también veo que nuestra amistad ha crecido”.

Más allá del evento, Alfonso ve en esta alianza un punto de partida para seguir creciendo juntos en la fe y en la misión. “Espero que con esta alianza sigamos a tope en el ECYD, dando el máximo de nosotros cada día y llevando a cabo la misión que Jesús nos da dentro del club”, concluye.