• Galardones Alter Christus | “Si ponemos el primer anuncio de Jesucristo en el centro, todo lo que hacemos cambiará la Iglesia, nosotros cambiaremos, la gente cambiará”
• Vídeo sobre el Cardenal Carlos Osoro en la presentación de los galardones
• Vídeo de la ceremonia de la X edición de los galardones Alter Christus

“Diría que estar cerca de los sacerdotes ha sido el primer empeño, no sé si lo realicé bien o mal, pero ha sido un empeño permanente porque, en el fondo, mi ministerio se desarrollaba a través del presbiterio diocesano”, nos cuenta en esta entrevista el Cardenal Osoro tras recibir un galardón Alter Christus. También nos comparte que su experiencia de fe nació en su familia: “Mi casa era un hogar cristiano, un hogar de libertad, de cariño, de comprensión. Siempre experimenté el amor inmenso que se tenían mi padre y mi madre, que nos lo transmitieron a los tres hijos”. Con estos galardones, el Regnum Christi quiere poner en valor el papel de los sacerdotes en la Iglesia y en la sociedad.

Después de todos estos años de servicio a la Iglesia, ¿podría decirnos quién es Cristo para Usted?

Sencillamente ha sido, y sigue siendo, la razón de mi vida, la razón de mi misión, la razón de toda mi existencia, la razón por la cual yo percibo y entiendo a los que encuentro a mi lado como hijos de Dios y mis hermanos.

¿Qué se lleva usted en su corazón como sacerdote y como obispo?

Las grandes muestras de amor que, a través de tantas personas, han llegado a mi vida, ya sea por la búsqueda que sentían y tenían de lograr experimentar el amor de Dios, o ya sea porque ellos me regalaban ese amor de Dios con su propio testimonio. Me llevo precisamente en mi corazón esas muestras.

“Me he sentido nombrado en las Bienaventuranzas”

¿En qué medida su familia influyó en su vocación sacerdotal?

Mi casa era un hogar cristiano, un hogar de libertad, de cariño, de comprensión. Siempre experimenté el amor inmenso que se tenían mi padre y mi madre, que nos lo transmitieron a los tres hijos, a los tres hermanos que hemos sido, y creo que fuimos capaces de devolver ese amor de formas diversas. Mis hermanos construyeron una familia y yo en el recorrido de mi ministerio sacerdotal.

¿Y los amigos? Más teniendo en cuenta que Usted es una vocación tardía.

Mis amigos me influyeron también. Siendo yo profesor, ante los alumnos, percibí que podía ofrecerles más que la música o la ciencia que yo les impartía. Vi que Dios me pedía una entrega mayor, y me lo entendieron mis amigos, que me ayudaron a tomar esta decisión manifestando su sincera alegría cuando les dije que me marchaba al Seminario.

¿Qué lugar han ocupado los sacerdotes de sus diócesis en su desempeño pastoral?

Diría que estar cerca de ellos ha sido el primer empeño, no sé si lo realicé bien o mal, pero ha sido un empeño permanente porque, en el fondo, mi ministerio se desarrollaba a través del presbiterio diocesano y, con ello también, un cariño y cuidado singular a los Seminarios a los cuales les entregué todo lo que supe y todo lo que podía, tanto en las iglesias particulares en la que estuve como Obispo, Ourense, Oviedo, Valencia y Madrid, como en mi diócesis original de Santander, en la que fui Rector del Seminario.

¿Puede señalarnos algún pasaje evangélico que haya sido fuente de inspiración en su vida sacerdotal?

Creo que el de más grande inspiración ha sido la llamada de Jesús a sus discípulos, yo me he sentido llamado por Él para seguirle y vivir el ministerio sacerdotal. Después, para mí ha sido especialmente importante el discurso de las Bienaventuranzas porque me he sentido nombrado por ellas. Cada Bienaventuranza ha sido una llamada a sentirme a gusto y contento incluso en las situaciones de pobreza más grande que podía experimentar.