El P. Jorge nos explicó que, antes del acto de consagración, ofreció una charla a los trabajadores y voluntarios de la Fundación Altius presentes en las instalaciones, en la que destacó tres signos esenciales del Corazón de Jesús: sus manos abiertas, que invitan a servir y acoger a todos sin excepción; su sonrisa, reflejo de la alegría de amar y ayudar con generosidad; y su propio Corazón, que nos recuerda que todo lo que hacemos debe ser por amor y no por obligación. “El Corazón de Jesús nos muestra que no basta con hacer el bien, sino que hay que hacerlo con amor”, señaló el P. Jorge, subrayando el espíritu que impulsa la labor de Altius.

¿Cuál es el sentido de esta consagración?

La idea de consagrar la obra social del Regnum Christi al Corazón de Jesús surge porque, en Altius, lo que se da principalmente es amor. Y el amor más hermoso, el más cercano a los demás, es el del Corazón de Jesús. La consagración tiene el propósito de que Él sea quien inspire a todos los voluntarios y trabajadores a transmitir ese amor a las personas que se acercan y necesitan ayuda.

Además, este curso el Papa Francisco ha publicado la encíclica Dilexit nos, en la que habla del amor de Dios y del Corazón de Jesús, lo que refuerza aún más el sentido de esta consagración. Pero, sobre todo, nos recuerda que cuando uno da amor, hace un mundo mejor. No se trata solo de proporcionar alimentos o buscar trabajo para otros, sino de hacerlo con amor, como nos enseña el Corazón de Jesús.

El Evangelio nos dice: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir”. Esto es precisamente lo que hace Altius y lo que nos enseña el Corazón de Jesús: servir a los demás con amor.

¿Qué supone esto para los trabajadores y voluntarios?

Para quienes trabajan y colaboran en Altius, la consagración representa una vivencia diaria y un recordatorio constante de que su labor es, ante todo, dar amor. Como dice el Papa Francisco, vivimos en un mundo sin corazón, pero Altius quiere ser un lugar donde el amor sea el motor de cada acción.

Tener presente al Corazón de Jesús les inspira, ilumina y guía en el camino de servir siempre con amor. Y este modelo del Corazón de Jesús no es exclusivo de los cristianos o de los católicos, sino que representa un modelo de amor universal, al que todos los seres humanos estamos llamados. Al final, esto es lo que define la vocación de Altius: dar amor al necesitado.