Unas 20 personas de la comunidad de la Universidad Francisco de Vitoria, entre alumnos del colegio mayor, alumni, Pas, profesores y familiares, han participado por segundo año consecutivo en la reforestación de una ladera dentro de la propiedad del Seminario de Toledo, a orillas del Tajo, que se convirtió en escombrera desde la Guerra Civil. Hasta allí se trasladó este grupo para plantar todo tipo de árboles y plantas autóctonas de la zona.

Recuperar un entorno privilegiado

Don Valentín Aparicio, Vicerrector del seminario mayor de Toledo, nos explica en que ha consistido esta colaboración de reforestación. Desde la Guerra Civil se inició una escombrera en Toledo donde se arrojaban muchos de los escombros que se sacaban de las diferentes obras de la ciudad: “Esto había generado un entorno muy degradado en un lugar impresionante como es el valle del río Tajo y en una de las ciudades que más premios ha recibido por su skyline y por sus vistas”, explica el sacerdote.

El objetivo de esta acción es “la de solucionar un problema que perturbaba muchísimo el terreno, pero con un sentido religioso con un sentido cristiano: el colaborar con Dios también en la obra de redención de la propia creación”. Como señala don Valentín: “El hombre ha sido redimido por Cristo y también el hombre quiere estar dispuesto a ayudar con Dios en esa tarea tan bonita de la nueva creación”.

Especies autóctonas

El proyecto de reforestación cuenta con el asesoramiento de Santiago Sardinero, catedrático de Humanidades de la Universidad de Castilla-La Mancha, el cual indica que las la reforestación debe hacerse con especies autóctonas, las mismas que crecen en el valle del río Tajo. Por eso, señala el responsable del seminario: “Los árboles son almeces, olivos, encinas y cipreses, y respecto a plantas tomillo, retama y espartos”.

La jornada también contó con la visita de algunos monumentos históricos importantes de Toledo y con la celebración de la Eucaristía en el seminario, y con la compañía en todo momento de algunos seminaristas.