Sobre las palabras de bienvenida a los nuevos miembros, nos comparte que “estaba muy entusiasma y feliz por ellos porque sé lo que significa dar este paso: reconocer que te has encontrado a quién responde a tus anhelos y que Cristo te llama a una comunidad creada y pensada para ti, que te ayudará a ir al Cielo y te da una misión en esta tierra”. Isabel lleva once años vinculada con el Regnum Christi de Barcelona, e incorporada siete. Actualmente es profesora de primaria en el colegio Real Monasterio de Santa Isabel del que también es antigua alumna.

¿Qué significó para ti dar la bienvenida a los nuevos miembros del Regnum Christi en Barcelona?

Cuando me pidieron dar unas palabras de bienvenida me hizo muchísima ilusión y me incitó a volver a preguntarme porqué estoy en el Regnum Christi y qué es lo que ha hecho el Señor conmigo. Agradecí muchísimo esta oportunidad porque pude recordar mi historia con Dios. Justo estaba en un momento difícil: acababa de ser madre y solo llevaba un año como esposa. Al tener muchos frentes nuevos por delante, tener que ponerme a recordar qué me ha sucedido con Cristo y, con ello, la familia del Regnum Christi, me ayudó a recordar Quién me sostiene y me acompaña a través de los rostros que Él me ha puesto.

Me siento afortunada por ser del Regnum Christi: el Señor pensó en mí creando este lugar especial y concreto para encontrarle y que sea feliz.

¿Qué emociones o pensamientos tenías mientras dabas la bienvenida a Edu, Nico, Mari, Paloma y Leti?

Estaba muy entusiasma y feliz por ellos porque sé lo que significa dar este paso: reconocer que te has encontrado a quién responde a tus anhelos y que Cristo te llama a una comunidad “creada” y pensada para ti que te ayudará a ir al cielo y te da una misión en esta tierra. Además con un deseo enorme de ver qué es lo que Jesús continúa haciendo en sus corazones. En especial, a Paloma y Leti que he sido afortunada de ser su responsable.

Para dar esta bienvenida, es que has tenido también una experiencia profunda y seria en el Regnum Christi, ¿cómo es tu relación con Cristo en el Regnum Christi?

Mi relación con Cristo a través del Regnum Christi es cercana y viva porque Él me ha dado una comunidad en la que se deja espacio a los deseos o anhelos más profundos de mi corazón. Se trabajan hasta el fondo con el sufrimiento que pueda conllevar, pero por un bien mayor, no se intentan tapar como nos enseña la sociedad de hoy en día y siempre sostenidos por una compañía palpable.

Además, el Regnum Christi es un lugar que me ayuda a reubicar mi relación con Cristo cuando me despisto: me recuerda constantemente qué es lo verdaderamente importante y qué corresponde a lo que estoy llamada a ser.

Vivir acompañada por mi directora espiritual y mi comunidad es lo que hace poder encontrarme con Jesús a través de ellos

¿Qué ha supuesto para ti ser miembro del Regnum Christi?, ¿has vivido algún momento especial como miembro del Regnum Christi?

Me siento afortunada por pertenecer al Regnum Christi. Una llamada a esta familia significa que el Señor pensó en mí creando este lugar especial y concreto para encontrarle y que sea feliz. Sin duda, soy una privilegiada porque Dios haya pensado tanto en mí y haya cuidado hasta el último detalle con este carisma.

Cada vez que soy escuchada sin que me juzguen, mirada con amor, sostenida en mi vulnerabilidad y guiada a poner al servicio los dones que me han sido dados son siempre momentos especiales como parte de esta gran comunidad.

¿Qué aspectos del carisma del Regnum Christi te resuenan más profundamente en tu día a día?

Pues el Equipo de Encuentro y el Acompañamiento. En primer lugar, formar parte de un equipo con su encuentro semanal me ayuda a reubicar mi mirada, a seguir buscando a Cristo en el día a día en lo sencillo y conocer a través de “los casos de vida” que lo imposible es posible para Dios.

En segundo lugar, vivir acompañada por mi directora espiritual y mi comunidad es lo que hace poder encontrarme con Jesús a través de ellos y ser guiada en el camino hacia el Cielo con sus momentos de dificultad. Además, al recibir tanto de ellos, me empuja a poder acompañar de manera cristiana a mi familia y, en el trabajo, a mis alumnos en el día a día.