Regnum Christi España

Colaboradores del Regnum Christi | Clarisa, desde Sevilla: “En los dos meses que llevo aquí he aprendido la importancia de ser y estar antes que hacer”

Clarisa, colaboradora del Regnum Christi en Sevilla

LomásRC

Clarisa tiene 23 años, y proviene de una familia de colaboradoras en España: su madre lo fue en Madrid, en 1996, su hermana en Barcelona, el año pasado, y ella este año en Sevilla. “Un colaborador es alguien que se ha encontrado con el amor de Cristo y lo único que le brota es compartirlo”. Así define ella su misión para este curso. En esta entrevista nos comparte la importancia de ser colaborador, de trabajar con jóvenes, y de las diferencias culturales. En Estados Unidos todo está enfocado al objetivo, “la cultura sevillana me ha ayudado a vivir más en función de ser antes que hacer”.

Es de Caracas, pero ha vivido toda su vida en Estados Unidos, donde también estudió Marketing en Saint Louis University, y se graduó el pasado mes de mayo de 2024. Este año es colaboradora del Regnum Christi en Sevilla, apoyando en el Bachillerato de Highlands School Sevilla, y en la sección de jóvenes de Regnum Christi. Le encanta su misión, pero ha descubierto algo que no esperaba y “es ser un corazón que acoge y escucha. Se me hace curioso decir eso, porque yo siendo la desconocida, la extranjera, siento que soy la que más necesita ser acogida. Pero ahí, donde más me encuentro necesitada, es justo donde Dios actúa. Me he dado cuenta de que Él puede usar mis debilidades y mi pequeñez para la misión tanto como mis talentos y dones”.

 

Clarisa durante unas misiones urbanas en Roma
Clarisa, durante unas misiones urbanas en Roma.

 

¿Cómo conociste el Regnum Christi?

Mi encuentro con el Regnum Christi es una historia un poco larga. Mis papás conocieron el Regnum Christi estando en Venezuela (¡mi mamá fue de colaboradora en Madrid!), pero al mudarnos a los Estados Unidos donde no teníamos el Reino cerca, no crecí con mucho contacto con el Regnum Christi. Siempre supe que existía, pero no tenía manera de vivirlo en mi día a día. En bachillerato, tuve la oportunidad de irme de misiones unas cuantas veces con Regnum Christi en otras ciudades. Sentía que había algo que me atraía muchísimo de la gente y la manera en la cual vivían su fe, y sin saber ponerle palabras, me sentí totalmente identificada por este carisma y familia espiritual. Unos años después de estas misiones conocí el Regnum Christi de manera más concreta y personal. Después de mi segundo año de carrera, participé en un cursillo de formación que lleva el Regnum Christi que se llama el “Catholic Worldview Fellowship”. Esta experiencia me llevó a descubrir la Verdad y Amor de Jesús a través del Regnum Christi: me transformó el corazón y me dejó con el deseo de vivir y compartir mi fe en el Regnum Christi, que luego culminó en mi decisión de irme de colaboradora.

Yo creo que la misión de un colaborador es muy sencilla: se trata de una decisión diaria de responder al amor con amor.

¿Cuál es la misión de un colaborador? ¿Y la tuya concretamente en Sevilla?

Yo creo que la misión de un colaborador es muy sencilla: se trata de una decisión diaria de responder al amor con amor. Un colaborador es alguien que se ha encontrado con el amor de Cristo y lo único que le brota es compartirlo.

 

Aquí en Sevilla, una parte importante que he descubierto de mi misión es ser un corazón que acoge y escucha. Se me hace curioso decir eso, porque yo siendo la desconocida, la extranjera, siento que soy la que más necesita ser acogida. Pero ahí, donde más me encuentro necesitada, es justo donde Dios actúa. Me he dado cuenta de que Él puede usar mis debilidades y mi pequeñez para la misión tanto como mis talentos y dones.

 

Con otras chicas tras llegar a Santiago de Compostela
Con otras chicas tras llegar a Santiago de Compostela.

 

¿Qué es lo que más te ha sorprendido en este tiempo aquí? ¿Hay mucha diferencia cultural?

Hay muchas diferencias culturales entre los Estados Unidos y Sevilla. Creo que lo que más me ha marcado es que en los EEUU, se le pone un énfasis enorme en la productividad, eficiencia, resultados, etc. Siento que cuando eso se sobrevalora, se pierde mucho el valor de dedicarle tiempo para estar y compartir con las personas que nos rodean.

 

En cambio en Sevilla, me ha sorprendido y encantado la facilidad que tiene la gente para simplemente “estar” con los demás. En los dos meses que llevo aquí como colab, he ido aprendiendo la importancia de “ser y estar antes que hacer”. Puedo aportar mucho con quien soy, con mi presencia, con el simple hecho de estar, y mi valor no está ligado a cuánto puedo hacer, cumplir, o lograr. Aunque este es un aprendizaje que quizás tenga más que ver con la vida espiritual, la cultura sevillana me ha ayudado a vivir más en función de ese “ser antes que hacer”.

Quiero vivir con autenticidad, gratitud, alegría, y realmente disfrutar del regalo que es esta oportunidad de dar año.

¿Cómo sentiste la llamada a esta misión dentro del Regnum Christi?

Hace un año nunca imaginé que me iría de colaboradora. Estaba por terminar la carrera, tenía un trabajo asegurado, y yo, que soy muy organizada, pensé que tenía mi vida “en orden”. Sin embargo, sentí que Dios me estaba invitando a algo distinto, a salir de mí misma y a dar un pasito más por Él.

 

Empecé a hablarlo, pensarlo y, sobre todo, rezarlo. Al hacer memoria de cómo Dios había actuado a lo largo de mi vida, vi cómo Él me había transformado con su amor misericordioso, paciente, incondicional, e incansable. A través de varias personas y experiencias, Él me invitó a ver y vivir de una manera radicalmente distinta.

 

Cuando nos encontramos con Cristo, cuando recordamos todo lo que ha hecho por nosotros, cuando Su amor nos transforma y reconocemos el regalo que es nuestra fe, la reacción natural es querer compartirlo con los demás. Para mí, ese encuentro transformador fue en el Regnum Christi, entonces supe que me llamaba a servirlo ahí.

 

Clarisa en misiones llevando la cruz
Clarisa en misiones en Estados Unidos con Juventud Misionera.

 

¿Cómo recibió la noticia tu entorno: familia, amigos…?

Agradezco mucho que mi familia y amigos me apoyan inmensamente. Me acompañaron bastante en el proceso de discernir si me iba de colaboradora, y fue gracias a su impulso que pude dar ese salto que al inicio me daba tanto miedo. Aunque a todos nos cuesta la distancia, sí fue muy especial cuando me llegó la noticia que me había tocado Sevilla como destino. Mi hermana mayor estuvo el año pasado de colaboradora en Barcelona, mi mamá en el 1996 en Madrid, entonces para mí estar en España también le da una dimensión más familiar todavía. ¡Le tenemos mucho cariño a Regnum Christi España!

 

¿Qué esperas que suceda en tu vida personal a lo largo de este año de colaborador?

Espero acercarme cada día más a Jesús, y dejar que Él transforme mi corazón cada día más, para poder entregarme y recibir mejor a las personas que pone en mi camino. Espero aprender a confiar más en Él y en sus planes, siempre dejándome sorprender. Quiero vivir con autenticidad, gratitud, alegría, y realmente disfrutar del regalo que es esta oportunidad de dar año.

Al ser jóvenes laicos, los colaboradores compartimos la misma realidad de vida que los jóvenes a quienes acompañamos, y eso nos permite más empatía y cercanía

no¿Se necesita alguna cualidad especial para ser colaborador?

Yo creo que cada colaborador viene con un perfil muy distinto, pero lo que nos une es que hemos tenido un encuentro con Jesús, que nos sabemos amados por Él, y que de ahí surge un deseo de compartirlo con los demás. No hay que tener un currículum ni calificaciones especiales. Solo un corazón que realmente quiera salir de sí mismo para entregarse a los demás, y que quiera ser transformado cada día más por Su amor.

 

¿Por qué crees que es importante la presencia de los colaboradores en la familia del Regnum Christi?

Al ser jóvenes laicos, los colaboradores compartimos la misma realidad de vida que los jóvenes a quienes acompañamos, y eso nos permite más empatía y cercanía. Vivimos en el mismo mundo líquido, donde hay tantas opciones pero tan poca orientación, donde tenemos muchísimos deseos pero nos encontramos vacíos. Pienso que es importantísimo que los colaboradores seamos testigos a otros jóvenes de que hay algo muy sólido: la verdad y amor de Jesucristo que realmente sacia nuestros anhelos más profundos. Y que vale la pena luchar, vivir, y entregarse para que esta Verdad se haga más presente y accesible al mundo.

 

Durante el Cursillo Internacional de Formadores de verano de 2024
Durante el Cursillo Internacional de Formadores de verano de 2024.

 

¿Invitarías a otros jóvenes a animarse a dedicar un año de su vida para ser colaborador?

¡Sí! Si sientes que Dios te está llamando a dar un año como colaborador, te animo a dar ese salto. Siempre entran muchas dudas y miedos: no tengo las calificaciones, me retrasaré en la vida profesional o los estudios, no quiero dejar mi familia y amigos, etc. Vivimos en el miedo de que si nos abrimos totalmente a Él, nos perderemos de algo. Pero es lo contrario: cuando ponemos nuestros planes, deseos, y vidas en sus manos, recibimos vida en abundancia. Yo tenía mucho miedo de lo que me perdería si me iba de colab, pero yo creo que este año es un pequeño testimonio de que Dios no te quita nada, te lo da todo.

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