Highlands School Sevilla y la parroquia son dos mundos diferentes. “Los niños en primaria son esponjas y tú vas formando con muchas facilidad”, pero con los adultos, “en la parroquia, te encuentras de todo y tienes que quebrarte la cabeza para engancharles”. En cualquier caso, para esta profesora del colegio Regnum Christi de Sevilla, prepararles es una vocación donde, citando a la Madre Teresa de Calcuta, “los mejores maestros son los alumnos”.

¿Cómo nació en ti este apostolado de dar catequesis?

Desde siempre he querido dar catequesis a adultos. Empecé en el cole preparando a profesores que no se habían confirmado y estando en misa un día en el Corpus me preguntaron si había personas que quisieran colaborar, así que me ofrecí.

Yo los preparo al igual que preparo las clases en el colegio: utilizo la formación recibida, pero la verdad que nunca se deja de aprender. Según las inquietudes del grupo voy organizando las clases.

¿Qué tienen de particular los catecúmenos que preparas para la confirmación? ¿Qué inquietudes tienen?

Hay dos tipos de catecúmenos: los que por algún motivo cuando en su colegio la hicieron ellos no quisieron (adolescentes, rebeldía…) y ya de adultos quieren seguir formándose. Y por otro lado están los que quieren ser padrinos de algún sacramento y la Iglesia les pide que estén confirmados.

Hay algunos que gracias a dar catequesis retoman su fe y suelen hacer un retiro como Emaús o Effetá para continuar su vida espiritual. Y en cambio, otros (la mayoría…), solo asisten a las catequesis como trámite para confirmarse y poder ser padrinos. Yo estoy convencida de que el Espíritu Santo se encarga de esas almas, y que poco a poco van retomando su fe y su formación que algunos abandonaron prácticamente tras su Primera Comunión.

¿En qué se diferencia de tu docencia del día a día en Highlands Sevilla?

Los niños en primaria son esponjas y tú vas formando con muchas facilidad, y con la ayuda de sus familias es un trabajo muy bonito en el que los profesores somos instrumentos en manos de Dios.

En la Parroquia te encuentras de todo y tienes que quebrarte la cabeza para engancharles. Algunos están en blanco, pero da muchas satisfacciones cuando te comentan que no sabían confesarse o lo que le ha servido en su vida esta formación o que de repente descubren el amor de Dios

¿Cuáles son las claves para que la catequesis sea atractiva para adultos? ¿Cuáles son tus trucos?

¡Realmente es difícil! Yo les hago participar mucho pues con las dudas es como más se aprende. Veo que temas les interesan, pero no deja de ser una tarea compleja, sobre todo, por la disparidad de cada grupo. También intento que ellos se preparen y expliquen algún tema. En cualquier caso intento que sean amenas.

Hay grupos que están muy unidos y es más fácil. Hay que estar con los pies en la tierra y les cuento anécdotas de la vida real, porque medios para dar la catequesis no hay…

¿Nos puede compartir el título de un libro, un texto evangélico, una canción, una frase del Papa… que te motive en esta labor apostólica?

Me encanta una frase de Teresa de Calcuta: “Los mejores maestros son los alumnos”.