Quería suicidarse y le salvan la vida| Juan Andrés: “Dios nos puso para ayudarle”
LomásRC
Juan Andrés Estrada es uno de los responsables de Cristo de la calle. "Esta labor me ha permitido acercarme a Dios y ayudar a quienes más lo necesitan, ofreciendo no solo oraciones, sino también un poco de esperanza y apoyo a través de gestos sencillos, como entregar un bocadillo y compartir una conversación”, nos cuenta. Y gracias justamente a estos “sencillos gestos”, él y sus compañeros han logrado salvar la vida de un hombre que tenía previsto suicidarse.
“Cristo en la Calle” le ha permitido a Juan Andrés “acercarse a Dios y ayudar a quienes más lo necesitan”. Él ya colaboraba en este apostolado de Juventud Misionera en su Guatemala natal, y lo sigue haciendo en Madrid donde se encuentra estudiando un máster de ingeniería. Cada vez que sale reza con la gente de la calle, conversa con ellos, reparte bocatas… y ofrece esperanza, pero también destaca una experiencia que lo marcó profundamente en los últimos meses: el encuentro con César, un hombre en situación de calle que vive junto a sus dos mascotas.
Aquella noche, al acercarse Juan Andrés para ofrecerle un bocadillo y conversar, César les confesó que “no tenía nada que esperar en esta vida” y que, cuando sus mascotas murieran, “planeaba suicidarse”. Ante esta revelación tan sincera y dolorosa, Juan Andrés y su grupo quedaron “atónitos”, pero sintieron que “Dios nos había puesto allí para ayudarlo”.
Sentirse humano
Durante la conversación, César les compartió que un problema en la pierna le impedía trabajar y que no contaba con apoyo económico. Juan Andrés recuerda que, al proponerle rezar juntos, para su sorpresa, César aceptó. “Al finalizar, su rostro había cambiado”, relata Juan Andrés. Según él, César les dijo que “la conversación le había hecho sentir humano nuevamente” y que le había “devuelto la esperanza de seguir adelante”.
Hoy, seis meses después, Juan Andrés afirma que cada vez que se encuentran con César, “ya sea en el servicio del apostolado o en la calle”, siempre los recibe “con una gran sonrisa y un abrazo cálido”. Para Juan Andrés, esta experiencia confirma que “Dios está presente en cada uno de estos encuentros”. Así como la historia de César, “hay miles de relatos que demuestran el impacto positivo de tener a Dios en nuestras vidas”. Por eso, invita a quienes quieran a “unirse a este hermoso apostolado y aportar nuestro granito de arena a favor de quienes lo necesitan, agradeciendo todo lo que Dios nos brinda”.
A continuación puedes ver un reportaje de TeleMadrid sobre el trabajo de Cristo de la calle.
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