María Ángela se encontró con Cristo siendo ya adulta en Cursillos de Cristiandad. Con el tiempo se ha involucrado en un grupo de jóvenes en la parroquia Santa María del Pinar y actualmente está conociendo y participando en actividades del Regnum Christi para jóvenes. Nos comenta en esta entrevista que Cristo de la calle le ha ayudado a cambiar “porque al ver la vida y la realidad de estas personas, he aprendido a valorar mucho más lo que tengo, no solo a nivel material, si no, sobre todo, la compañía y el amor de mi familia y amigos”.

¿Por qué has participado en Cristo de la calle?

Siempre he tenido la inquietud de hacer algo por los demás y en medio de esa búsqueda una amiga me hablo de esta iniciativa.

¿Qué aporta un joven cristiano a la sociedad colaborando en estas iniciativas?

Pienso que aporta mucho, y más hoy en día, que vivimos en una sociedad que se ha vuelto indiferente al dolor ajeno y enfocada en uno mismo. A menos que sea una noticia que se vuelva viral, no volteamos a ver al otro y esto se nota sobre todo en los jóvenes.

¿Qué es lo que más te ha gustado?

Lo que más me ha gustado es que podemos participar todos, desde los más pequeños hasta los más grandes de la casa, lo importante es tener ganas de ayudar.

¿Has cambiado tú o los otros?

Yo he cambiado, porque al ver la vida y la realidad de estas personas he aprendido a valorar mucho más lo que tengo, no solo a nivel material, si no, sobre todo, la compañía y el amor de mi familia y amigos.

¿Qué le dirías a un joven que le gustaría ir pero no lo tiene muy claro?

Que lo pruebe, ser don para los demás es la mejor forma de salir de uno mismo y valorar lo que tenemos.