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Día de la Madre en el Centro vocacional | P. de la Barreda, L.C.: “La vocación es de toda la familia del apostólico, comenzando por la madre”

Las dos madres en el día de la Madre en Apostólica de los legionarios de Cristo

LomásRC

El Centro vocacional de los legionarios de Cristo en Vall de Flors, Valencia, acaba de celebrar el día de la Madre. Fue el sábado 18 de mayo de 2024, en pleno mes de María. Hemos hablado con su rector, el P. José Ignacio de la Barreda, L.C., y nos ha explicado por qué es tan importante esta celebración tanto para las madres y como para los dos precandidatos que hay durante este curso: “A la madre le deben todo: le deben la vida y la generosidad de haberles permitido salir de casa para hacer la experiencia que ofrecemos en el centro vocacional a los jóvenes de su edad con cierto deseo por la vocación sacerdotal”. Para ellas, todo el homenaje y reconocimiento.

El día de la Madre “fortalece porque los jóvenes se dan cuenta de que tienen muchísimo que agradecer y valorar a sus madres por lo que han hecho y siguen haciendo por ellos”, explica el rector del Centro vocacional de los Legionarios de Cristo. Y una de las cosas que hacen ellas es desarrollar “un papel de soporte, de cariño, de decirle a su hijo ‘oye, no estás solo”.

 

A la jornada asistieron las familias de los dos precandidatos que hay en este curso y se caracterizó por un ambiente familiar muy emotivo. La celebración comenzó con misa en la capilla de la casa, en la que las dos madres participaron leyendo las lecturas. Al finalizar, el rector les dedicó unas palabras de felicitación y agradecimiento. Seguidamente, los precandidatos les entregaron una rosa roja y un detalle de parte de la Apostólica. Y uno de los momentos más significativos de la jornada tuvo lugar cuando los jóvenes declamaron poesías a sus madres.

 

Foto de familia en el día de la madre en la apostólica
El P. José Ignacio de la Barreda con los dos precandidatos y sus familias.

 

¿Cuál es el significado del Día de la Madre para estos jóvenes?

Un apostólico, como cualquier persona, a la madre le debe la vida, lo primero, y luego también el apoyo, la generosidad, la entrega, y la generosidad de haberle permitido salir de casa para hacer la experiencia que ofrecemos en el centro vocacional a los jóvenes de su edad con cierto deseo por la vocación sacerdotal. Es, por tanto, un día de agradecimiento, de homenaje y de felicitación a la propia madre.

 

Y por otro lado, al hacerse siempre en un sábado de mayo, se entronca a la madre terrenal con la celestial, la Virgen María. Las dos madres que cuidan a ese joven durante su estancia en la apostólica. La Virgen María le va guiando de una manera espiritual y maternal hacia el Señor; y de una manera de apoyo, aunque sea en la distancia, con el cariño, con la oración, con el ánimo la madre terrenal. Por eso hay que homenajearla y felicitarla en este Día de la Madre.

 

Día de la Madre en la Apostólica
Joan Castellet, con su madre.

 

¿De qué manera esta celebración fortalece la relación entre los apostólicos y sus familias, especialmente con sus madres?

Fortalece porque se dan cuenta de que tienen muchísimo que agradecer y valorar en sus madres por lo que han hecho y siguen haciendo por ellos. También es un evento muy familiar, muy emotivo, de mucha alegría, de mucha celebración.

 

Y este homenaje lo demuestran de forma plástica los precandidatos entregándoles una rosa a sus madres, dándoles otro detalle de parte del Centro vocacional, y preparándose y estudiando la declamación de poesías con mensajes para ellas.

 

Foto de familia en el día de la madre en la apostólica
La familia de Juan Pablo Vilarroig, en el día de la Madre en el Centro vocacional.

 

¿Qué papel juegan las madres en la vida espiritual y emocional de los jóvenes?

El papel de las madres en la vida espiritual y emocional de los precandidatos es muy grande y muy patente porque, aunque no estén aquí físicamente en el día a día, ellos obviamente las echan en falta, y también saben el cariño, el apoyo, y que están muy muy cercanas a ellos aunque no sea de una manera física en el día a día. La madre es un soporte de cariño, que le dice “oye, no estás solo tú”, ni “solo tú con el Señor y con la Virgen María”, sino que en este camino de formación y del seguimiento de la propia vocación, sea la que sea, estoy yo, tu madre en la tierra, y el resto de la familia también muy cerca.

 

Tienen visitas a casa al menos una vez al mes, llaman por teléfono cuando quieren y pueden, y hay también momentos en que la familia viene a estar con ellos en el centro vocacional. Al final, el camino no lo recorre el joven solo, sino con toda la familia comenzando por la madre y siguiendo por el resto de la familia. Esto es muy real y muy patente.

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