• Ejercicios Espirituales para hombres, mujeres, matrimonios, chicos, chicas, mixtos… organizados por el Regnum Christi

Los ejercicios espirituales tienen además una connotación especial cuando se hacen con personas con las que compartes el mismo carisma como en el Regnum Christi. Son “una oportunidad para ver a personas que no veo a diario, de otras secciones, realidades y centros. Es una manera de acercarme más al Señor desde el carisma que he recibido y que intento vivir cada día”, nos comparte Chemi. Los recomienda porque ayudan a uno, pero también participando en ellos “se puede obtener indulgencia plenaria, que puedes ofrecer por un ser querido: es un momento para recordar y ofrecer este regalo espiritual a alguien importante para ti”.

¿Qué significa para ti hacer los ejercicios espirituales con otros miembros del Regnum Christi?

Pues en primer lugar, hacerlos con un sacerdote legionario que me ha acompañado durante mi vida. Ya he participado en muchos ejercicios espirituales con él, y también es una forma de crear comunidad y familia espiritual con los legionarios y las personas de Regnum Christi que participan. Es una oportunidad para ver a personas que no veo a diario, de otras secciones, realidades y centros. Además, al inicio y al final de los ejercicios, puedo saludarlos.

También es una oportunidad para invitar a personas cercanas, ya que estos encuentros están abiertos a todos. Es una manera de acercarme más al Señor desde el carisma que he recibido y que intento vivir cada día.

Me permite reflexionar sobre cuánto dejo que Dios esté en mi vida.

¿Cómo describirías la experiencia de desconectar del mundo para centrarte en la oración y el encuentro con Cristo?

A mí me cuesta desconectar. Hay veces que no lo consigo del todo porque siempre tengo muchas cosas en la cabeza. Sin embargo, es una oportunidad para detenerme, descansar un poco y centrarme en lo importante. Me permite reflexionar sobre cuánto dejo que Dios esté en mi vida. Dependiendo de los ejercicios, ya sean más ignacianos o centrados en temas como San Pablo o las bienaventuranzas con el P. Ferrán, L.C. me ayuda a profundizar. En este caso, me ha servido para vivir las bienaventuranzas en mi día a día como cristiano, aunque muchas veces me cuesta concentrarme porque tengo muchas cosas en la cabeza.

¿Va a cambiar tu vida en algo?

Bueno, eso si el Espíritu Santo quiere. La idea ahora es continuar con un poco más de paz, dejando atrás todo el jaleo, y tratar de ser más consciente de la presencia de Dios en mi vida. Quiero tener una relación más cercana con Él y tratar de equivocarme un poco menos. Muchas veces me equivoco, pero deseo tener más presente la vida de gracia y la vida espiritual que todos necesitamos. Estos ejercicios nos ayudan a que el Señor entre con más fuerza en nuestra vida. No sé si algo cambiará, eso depende de lo que Dios quiera y de lo que el Espíritu Santo permita. Yo me pongo en sus manos y confío, y es lo que permiten los ejercicios espirituales: confiar y abandonarse, invitando al Espíritu Santo a que entre.

¿Nos puedes recomendar algún pasaje bíblico o una canción o una película… que te resuene cuando piensas en ejercicios espirituales?

Como suelo cantar y me llevo la guitarra a la casa de ejercicios, suelo acompañar con ella en las alabanzas y en los momentos de la Eucaristía. En los días de oración, toco y canto el “Cara a cara”, que también es un canto que he interpretado en funerales y en misas normales, pero que en este contexto me ayuda a sentirme más cercano a Dios. Me ayuda a vivir los ejercicios espirituales de forma más profunda, viendo mi vida a la luz de Cristo y estando más cara a cara con el Señor.

Muchas veces, cuando se acerca la fecha, todo se complica, y creo que hay una parte de lucha espiritual en esto; parece que algo trata de evitar que vayas.

¿Se los recomendarías a alguien que no haya ido nunca o que hace tiempo que no va a ejercicios?

Yo sí lo recomendaría porque es un regalo. Muchas veces, cuando se acerca la fecha, todo se complica, y creo que hay una parte de lucha espiritual en esto; parece que algo trata de evitar que vayas. A veces, el mundo no quiere que asistas, y resulta difícil. Sacar un fin de semana para esto es un esfuerzo, pero vale la pena. Es una oportunidad para recibir un chute espiritual y regresar a la realidad de una forma diferente. Además, se puede obtener indulgencia plenaria, que puedes ofrecer por un ser querido, como lo hago por mi abuela. Es un momento para recordar y ofrecer este regalo espiritual a alguien importante para ti.