• Mientras pasa el retiro, te vas conociendo cada vez más y también vas conociendo a Aquel que te ha creado y amado desde siempre.
• Dios se encuentra dentro de nosotros, escondido, esperando que lo busquemos para que se aparezca a nuestro encuentro.
• Si eliges estos ejercicios Dios te iluminará, acompañará, resolverá, te perdonará y te inspirará para vivir mejor respecto a aquello por lo que has sido creado.

Sebastián es mexicano, estudia el grado de “Filosofía, Política y Economía” en la Universidad Francisco de Vitoria, y ha vivido muy intensamente estos ejercicios espirituales de una semana. “La verdadera oración pasa del diálogo a la práctica -nos cuenta-, y esto se ve reflejado en la medida en que los días van pasando; al inicio te vas dando cuenta de los apegos que no te dejan entregarte del todo a Dios, pero al mismo tiempo, Dios va rompiendo esas cadenas que impiden una comunión con él, al igual que comienza a iluminar tu mente de Verdad y a curar toda herida que no te deja amarlo con plenitud”.

Tú ya has ido alguna vez a ejercicios espirituales, ¿pero qué te han aportado estos con la particularidad de ser de ocho días?

En febrero del año pasado realicé Ejercicios Espirituales muy parecidos a estos, con la diferencia que los primeros duraron solo tres días y estos últimos duraron toda una semana. En principio, el contenido teórico fue básicamente el mismo, pero tener la oportunidad de ponerlos en práctica durante más tiempo ha hecho que la experiencia fuese muy distinta. Esto lo digo por aquellos que crean que por haber realizado Ejercicios Espirituales de tres días no puedan llevarse algo nuevo.

El espíritu humano, al igual que el alma y el cuerpo, tiene que ser trabajado a través de nuestra libertad para encaminarlas a su fin último, o sea, al Bien. Esta fue mi motivación inicial por la cual decidí realizar dicho retiro: buscar trabajar mi vida espiritual para acercarme cada vez más a Dios y… así fue.

Al inicio no sabía qué esperar, no sabía si el retiro iba a ser igual al anterior o iba a experimentar algo nuevo, por lo que traté de confiar plenamente en mi guía espiritual y dejar que Dios actuase.

El contenido de unos ejercicios de fin de semana es básicamente el mismo, pero tener la oportunidad de ponerlos en práctica durante más tiempo ha hecho que la experiencia fuese muy distinta.

¿Cómo llevas el silencio, el vivir sin redes sociales, cómo se ocupa el espacio interior?

Pues al estar tan acostumbrado a utilizar aparatos electrónicos para trabajar, estudiar y también para mi tiempo de ocio, creí que me costaría un poco más no usarlos durante toda la semana. Pero, en realidad, el tiempo pasa más rápido en la medida en que hagas los ejercicios como te indica tu guía. Cada día es muy especial ya que siempre tienes actividades e indicaciones de tu guía que siguen un camino común hacia Dios, pero que también por sí solas ya tienen un inmenso valor.

Mientras pasa el retiro, te vas conociendo cada vez más y también, vas conociendo a Aquel que te ha creado y amado desde siempre. En la medida en que lo vas conociendo te das cuenta de que cualquier anhelo humano tiene como base y fundamento un anhelo de Dios.

La verdadera oración pasa del diálogo a la práctica y esto se ve reflejado en la medida en que los días van pasando; al inicio te vas dando cuenta de esos apegos que no te dejan entregarte del todo a Dios, pero al mismo tiempo, Dios va rompiendo esas cadenas que impiden una comunión con él, al igual que comienza a iluminar tu mente de Verdad y a curar toda herida que no te deja amarlo con plenitud.

¿Puedes compartirnos alguna luz que hayas visto en estos ejercicios?

Yo, personalmente, tuve muchas iluminaciones durante este retiro, pero me gustaría compartir una, y es el saber que Dios se encuentra dentro de nosotros, escondido, esperando que lo busquemos para que se aparezca a nuestro encuentro. A cada uno, Dios nos va revelando aquello que más necesitamos en el momento adecuado.

Y, por lo mismo, sé que si eliges realizar estos ejercicios no solo tendrás herramientas que te ayudarán siempre a crecer en tu vida espiritual, sino que también Dios te iluminará, acompañará, resolverá, te perdonará y te inspirará para vivir mejor respecto a aquello por lo que has sido creado.

Al inicio no sabía qué esperar, no sabía si el retiro iba a ser igual al anterior o iba a experimentar algo nuevo, por lo que traté de confiar plenamente en mi guía espiritual y dejar que Dios actuase.

¿Nos das una cita evangélica que nos inspire para orar?

“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará” (Mateo 6, 6).