Ejercicios Espirituales | Leticia Rico: “Organizamos un retiro con mucho mimo e invitando persona a persona: ha transformado nuestros corazones”
LomásRC
“El silencio, la predicación y la vivencia en comunidad hicieron de este retiro una experiencia única. Nos permitió integrar nuestras vidas en la fe y nos recordó que lo más importante es nuestra relación con Cristo, desde donde todo cobra otra dimensión”, explica Leticia Rico. La participación superó las expectativas, cerrando el cupo con 27 asistentes, cuando en otras ocasiones se solía llegar a 15, y dejando un testimonio profundo en todas las presentes.
Como explica Leticia Rico, mexicana, aunque ahora vive en Barcelona, casada y miembro del Regnum Christi desde hace 30 años, los ejercicios espirituales organizados por el equipo de la sección de adultos señoras en Barcelona fueron un éxito rotundo. “Formamos un equipo con la consagrada del Regnum Christi Teresa Sada, como responsable, Inés Bardají, su asistente, y yo como coordinadora de integración. Queríamos un retiro que realmente renovara nuestra amistad con Jesús y nuestra respuesta a través del Regnum Christi”, señala.
Ejercicios para mujeres de Regnum Christi
La propuesta rompió con la tradición de ejercicios abiertos a todo público y se diseñó exclusivamente para miembros incorporados o personas que participan en algún equipo del Regnum Christi. “Era un interrogante si iba a venir mucha gente, pero creímos que este formato nos permitiría que se nos dieran más ‘caña’ y que nos ayudaría a integrarnos más entre nosotras, rezando en comunidad y con el Regnum Christi”, continúa Leticia.
La disposición para vivir los ejercicios
La respuesta fue sorprendente. “La invitación la hicimos persona a persona, explicando el porqué del retiro, y la respuesta superó nuestras expectativas. Tuvimos que ampliar las plazas y finalmente cerramos el cupo con 27 asistentes”, relata. Más allá de la logística, que se gestionó con mucho mimo y cuidado, Leticia destaca que “lo mejor fue el silencio y la disposición con la que se vivió todo”.
La predicación, nos explica Leticia, fue clave para que todas las asistentes se marcharan con un propósito renovado. “Fue impresionante y muy insistente en lo único importante: la oración. Para todas, la experiencia fue enriquecedora y nos recordó que, en medio de los apostolados y los quehaceres de la vida, lo más importante es nuestra amistad con Jesús. Todo lo demás toma otra dimensión”, concluye.
- ÚLTIMAS NOTICIAS
- ÚLTIMAS NOTICIAS
- SÍGUENOS EN INSTAGRAM
- NOTICIAS RELACIONADAS
- NOTICIAS RELACIONADAS