“Mientras todo el mundo estaba adorando, el P. Leonard tenía delante a 40 chavales de Austria y Alemania, y les iba traduciendo los testimonios en tiempo real”. En ese momento, Gonzalo se dio cuenta de una cosa: “Lo primero que pensé fue que este hombre estaba mirando a Dios”, pero “lo estaba mirando de otro modo”, porque ciertamente le daba la espalda al Santísimo. Esta situación le recordó al pasaje de Jesús en la casa de Betania con Marta sirviendo y María adorándole: “Allí éramos 600 como María adorando a Cristo y el P. Leonard, como Marta, le tocaba servir a Cristo y hacer llegar los testimonios a toda esa gente”.
Encontrarás este y otros testimonios en YouTube. Ponte en contacto con nosotros si quieres grabar tu experiencia. Lo puedes hacer escribiendo al mail lomasrc@arcol.org.