Lola tiene 22 años y estudia Derecho y Business Analytics en ICADE. Ahora está haciendo un erasmus en Viena y volverá en diciembre. Ya el año pasado estuvo en Estados Unidos y nos comparte que esta experiencia lejos de casa le ha ayudado a profundizar en su confianza en Dios: “En Viena estoy aprendiendo a valorar más lo que significa caminar de la mano de Cristo porque, aunque esté físicamente lejos de mi equipo de vida, aquí sigo sintiéndome parte de un plan más grande y siempre acompañada por Él”. De hecho, sus amigos en Viena comparten una misma pasión por Cristo, aunque pertenecen a realidades eclesiales diferentes como Schonstadd, Hakuna o el Opus Dei. Ella pertenece a la sección de jóvenes del Regnum Christi de Almagro, en Madrid.

¿Cómo está siendo tu experiencia de vivir la fe lejos de casa y en un entorno tan distinto como Viena?

A diferencia de cuando me fui a Estados Unidos, la fe a mi alrededor se vive de manera muy parecida a como lo hago en Madrid. Tengo la suerte que, gracias a mi residencia, he podido hacer amistades con gente que viene de ambientes muy parecidos al mío, o que igual no tanto, pero que viven con Cristo como centro de su vida. Esto permite que, mi vida espiritual no sea un aspecto separado al resto de mi vida, sino que, en mi realidad, Jesús esté muy presente. Así las conversaciones más terrenales como tomándonos una cerveza o una tarde de “commenting” muchas veces se convierten en un rato de mucho enriquecimiento espiritual con conversaciones donde Cristo se me encarna más que nunca.

Jesús me ha hecho un regalazo al haberme dado una comunidad espiritual aquí, donde mis más amigos, aun siendo de otros movimientos como Schonstadd, Hakuna o el Opus Dei, también buscan momentos diarios de encontrarse con Dios y ver a qué les llama. Todos nos sabemos y reconocemos muy sedientos y vemos que, en nuestra amistad, Jesús nos cuida y, sobre todo, va tirando de cada uno de nosotros cuando más lo necesitamos.

La verdad que al ser todos muy distintos y viniendo de lugares completamente diferentes, hace que nuestra vida espiritual se complemente de una manera muy guay que no me había pasado antes, y, sobre todo, me ayuda mucho a vivir la fe como Iglesia y a enriquecerme de los distintos carismas que tiene. Dentro de este ambiente, Jesús me va hablando y respondiendo mis preguntas más profundas.

Todo esto no hace que no haya momentos de caída y batalla, donde hay niebla y te confundes, claro que sí que los hay, pero “lo exterior ayuda a lo interior” y la realidad que ahora me rodea me recuerda por que vale la pena dejar la vida y la importancia de volver a “casa” donde mi Padre me espera con un abrazo.

Estos meses están siendo un momento de muchísimo crecimiento y fecundidad donde el Señor me está permitiendo sanar, escucharle con más claridad e ir preguntándome dónde puedo amar más

En el día a día de tu Erasmus, ¿qué prácticas o hábitos de oración que vives en el Regnum Christi intentas mantener para fortalecer tu relación con Dios?

Jamás hubiese dicho que mi vida en Viena sería más ordenada que mi vida en Madrid, pero la realidad es que es así; y evidentemente esto ayuda a mi corazón también lo esté. La verdad es que tanto mis horarios de universidad como mis amistades favorecen muchísimo a poder mantener la misa diaria, que, aunque es en alemán me está permitiendo redescubrir la importancia de acudir a las lecturas y a la Eucaristía, dejándome ver lo necesitada que soy de Él en cualquier realidad. En esta misma iglesia además hemos podido crear nuevas amistades con sacerdotes, que, al ser del Opus Dei, hablan en español y las confesiones son super especiales.

En Madrid, el tiempo no es algo que sobre, te metes en la rutina y de repente los días vuelan y dejas de priorizar. La verdad es que aquí en Viena, el tiempo no es tanto problema por lo que quien no hace oración es porque “no quiere”. Estos meses están siendo un momento de muchísimo crecimiento y fecundidad en la oración donde el Señor me está permitiendo sanar, escucharle con más claridad que nunca e ir preguntándome dónde puedo amar más. Es verdad que la vida de Erasmus muchas veces puede ser un caos, viajes, fiesta… pero buscar la tranquilidad dentro de la guerra nunca había sido tan fácil; momentos como los buses que van de ciudad a ciudad, ver qué luz me quiere dar el Espíritu Santo en una iglesia random de una ciudad lejana o adoraciones en distintas puntas de Europa son momentos que me regala el Señor para compartir con Él y que me ayudan seguir conociéndole e ir viendo qué quiere de mí.

¿Cómo sigues en contacto con el Regnum Christi desde la distancia?

Una de las razones por la que no quería volver a irme tan lejos, es por sentirme conectada a Madrid y a todo lo que me ofrece. Aunque estoy viviendo con libertad muchos momentos que me estoy “perdiendo”, también estoy explotando la vía online para seguir creciendo de la mano de la familia que es para mí el Regnum Christi. Así me pude unir al Body Fest que retransmitieron en Youtube, o distintos cursos que hay como el del “Reino de Dios” del P. Pou.

Pero lo que de verdad me ayuda a sentirme conectada con Reino, son las amistades que tengo, no solo aquellas que me ha dado Reino todos estos años, sino especialmente las que tengo con sacerdotes y consagradas, que me permiten seguir teniendo momentos de acompañamiento y conversaciones no solo espiritualmente muy buenas, sino que también muy terrenales y que me dan mucha luz como laica del Regnum Christi a seguir viviendo mi vocación.

Lo que de verdad me ayuda a sentirme conectada con Reino, son las amistades que tengo, no solo aquellas que me ha dado Reino todos estos años, sino especialmente las que tengo con sacerdotes y consagradas

¿Y tu vida de apostolado?

Yiós es una llamada, y en Viena mi llamada no cambia. Desde la distancia y con un equipazo detrás, estamos organizando el weekend que viene ahora a finales de noviembre, por lo que de momento puedo decir que mi apostolado me acompaña a Viena. El no estar físicamente en Madrid también me ayuda a ver el apostolado desde otra perspectiva, volver a atrás y preguntarme cuál es mi don en yiós y cómo se me encarna la Teología del Cuerpo en una realidad distinta como es la vida de Erasmus.