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En esta carta dirigida a los Laicos Consagrados les invita a meditar y agradecer “ese regalo de Dios que hace dos años recibimos de manos de la Iglesia: la erección canónica de la Federación Regnum Christi.
La Federación es -ante todo- una ‘estructura de comunión’ (Carta de Mons. José Rodríguez Carballo, 31 de mayo de 2019) que da expresión jurídica, por lo tanto concreta y -por así decir- tangible, a ‘la unidad y la comunión fraterna de los componentes de la familia espiritual’ (Decreto de erección canónica, 31 de mayo de 2019)”.
En sus líneas señala que se trata de un don con tres dimensiones: “En vista de cuidar, profundizar y promover el carisma común, de favorecer la colaboración en el apostolado, y de gozar de una estructura canónica común que exprese la unidad y la comunión fraterna de los componentes de la familia espiritual”.
Los laicos, parte de la familia espiritual del Regnum Christi
Acerca de los laicos del Regnum Christi, señala que “la aprobación de los Estatutos de nuestra Federación ha representado sin duda alguna un espaldarazo eclesial a la vocación de los miembros laicos del Regnum Christi, quienes asociándose a la Federación participan del carisma”. También recuerda las palabras del Papa Francisco al respecto: “A esta realidad de la Federación se agregan individualmente numerosos laicos que no asumen los consejos evangélicos, constituyendo así una ‘Familia espiritual’, realidad más amplia que la Federación misma” (Francisco, Discurso 29 de febrero de 2020).
En este sentido, Félix Gómez Rueda recuerda que “la familia es más amplia de la Federación en cuanto que la Federación como figura canónica es resultado del acuerdo entre las tres instituciones federadas; pero, estando esta Federación al servicio de la comunión de todos los componentes de la familia espiritual, encuentra su razón de ser no sólo en coordinar a las instituciones federadas, sino en sostener el carisma, misión y comunión de la entera familia, la cual sin los laicos estaría incompleta y no respondería al plan de Dios sobre el Regnum Christi”.
