Llegó hasta Magdala Center gracias a sus estudios de comunicación audiovisual. Y una peregrinación virtual a Tierra Santa que realizó y transmitió cambió su vida: “Esta experiencia fue intensísima tanto en el ámbito laboral como en el espiritual, llevándome a replantear varias cosas de mi vida frente a Dios.
De este modo, decidí dar un paso adelante para resolver esta inquietud y realizar el candidatado de los Legionarios de Cristo”, cuenta en su testimonio. También nos avisa que esta decisión no ha sido fácil: “El haber dejado tantas cosas de mi vida me ha costado mucho, y en frente de Dios siempre le pregunto si tomé la decisión adecuada o cometí un error. En este momento quiero abrir mi corazón para escuchar lo que Él quiere de mí”.
Mi nombre es Felipe Arcila, soy colombiano y tengo 27 años. Soy el menor de dos hermanos y, actualmente, somos una familia de tres, ya que mi padre falleció hace unos pocos años. Desde pequeño recibí el don de la fe y una educación católica por parte de mis padres, regalos que hasta el día de hoy he logrado apreciar y profundizar.
Puedo decir que mi fe, a medida que iba creciendo, se volvió en algo muy cultural pero no algo que verdaderamente entendía. Siento que esto puede pasar en muchos jóvenes ya que, generalmente, con la secularización de la sociedad y el materialismo que esto conlleva, la religión se convierte en algo “de viejos” y poco atractivo.
Soy un apasionado por las producciones audiovisuales, el diseño, la fotografía, la tecnología y, especialmente, la animación
Comencé a estudiar comunicación social/audiovisual en Colombia, carrera que duró cinco años y que me encantó, convirtiéndome en un apasionado por las producciones audiovisuales, el diseño, la fotografía, la tecnología y, especialmente, la animación. En mis años de la adolescencia y en mis primeros años de universidad, me alejé mucho de la fe, interesándome por otras cosas del “mundo”. Para realizar mis prácticas profesionales antes de graduarme, se me presentó la oportunidad de hacer un voluntariado en Magdala, Israel.
En Tierra Santa entendí el verdadero sentido del cristianismo y su magnitud global, el valor de la fe
Fue verdaderamente una experiencia que marcó mi vida y pude profundizar en mi fe como nunca. Conocí, y por primera vez entendí el verdadero sentido del cristianismo y su magnitud global, el valor de la fe y la importancia de nuestras raíces judías, tan hermosas como importantes. Todo lo vivido creó en mí muchas inquietudes sobre el sentido de mi vida. Desde allí, me dieron la oportunidad de seguir trabajando desde Jerusalén para los proyectos de Notre Dame y Magdala, en los departamentos de marketing y desarrollo y, más adelante, en el Magdala Media Center. Durante los últimos cinco años que trabajé allí crecí espiritual, humana y laboralmente.
Puedo decir que varias veces se me presentó la inquietud vocacional, pero nunca me la tomé muy en serio. A inicios de este año, pude trabajar como camarógrafo, editor y diseñador de una peregrinación virtual en Tierra Santa que realizamos y transmitimos por parte del Magdala Media Center. Esta experiencia fue intensísima tanto en el ámbito laboral como en el espiritual, llevándome a replantear varias cosas de mi vida frente a Dios. De este modo, decidí dar un paso adelante para resolver esta inquietud, y realizar el candidatado.