Amor desinteresado
Lc 1,32 y Mt 1, 24
La Sagrada Familia demuestra un amor que no busca controlar ni poseer al otro, sino que permite el desarrollo y la libertad de cada miembro, fomenta el respeto mutuo y el crecimiento personal. Promueve el amor por los demás, y se convierte en un reflejo del amor de Dios.
Resiliencia en la adversidad
Mateo 2,13-15
La Sagrada Familia enfrentó desafíos serios, como el exilio a Egipto. Su capacidad para permanecer unida y confiar en Dios en los tiempos difíciles es un poderoso ejemplo de que la la resiliencia familiar favorece la unidad en la misión donde cada uno vive plenamente su vocación.
Sencillez y humildad
Lucas 2:6 / Mateo 2, 1-12
Reconocen sus limitaciones, aceptan cada uno el don son y su tarea, lo cual les hace comprometidos, serviciales con el prójimo, agradecidos, y priorizan lo esencial.
Silencio, escucha
Lucas 2,19
El silencio permite escuchar las necesidades y preocupaciones de los demás, creando un espacio para conocerse más profundamente y para el entendimiento mutuo.
Espiritualidad compartida
Lc 2, 41
Aunque no todas las familias son religiosas, la Sagrada Familia es un ejemplo para todas de que compartir momentos íntimos de reflexión y celebración ayuda a descubrir un sentido para la familia, una misión, y fortalece los vínculos entre los miembros
Comunidad de apoyo
Juan 19, 25-27
La Sagrada Familia refleja cómo cada miembro tiene un papel importante en la familia. Fomentar un ambiente donde cada uno se sepa apoyado y valorado como un ser irrepetible y único en toda circunstancia pase lo que pase es esencial para el desarrollo en plenitud.
Fe, Esperanza
Mateo 1, 24-25 / 2, 13-15 / 2,19-20
Lucas 1, 38/ 1,39
Juan 2, 5
La disposición de la Sagrada Familia aceptar el plan de Dios, incluso en situaciones inciertas, refleja una fe inquebrantable que puede inspirar a las familias a confiar, a esperar.