Alejandra, una de las alumnas del colegio, nos explica que ha hecho esta donación porque, como el recibir a Jesús es un momento tan feliz, “nosotras queremos que también los niños pobres sean felices”. “Como mucha gente nos ha ayudado a nosotras a prepararnos para la Comunión, también queremos ayudar a otros”.
Otra de las niñas, Casilda, nos señala que quieren conseguir que los niños huérfanos puedan celebrar una Primera Comunión como lo hacen ellas.
Y María, una de las catequistas, ha explicado que es una iniciativa muy buena porque “les ayuda a las alumnas a crecer en su sensibilidad y compromiso hacia los más necesitados”.
Las alumnas entregaron el donativo al P. Miguel Cavallé Puig, L.C., fundador y presidente internacional de VIS Foundation, una organización humanitaria con la que trabaja el colegio para este proyecto. El P. Miguel fue a visitar a las alumnas para agradecerles la generosidad y felicitarles por los logros. Les dijo que Jesús estaba particularmente contento con ellas porque “el Pan de la Comunión, que han recibido por primera vez, se ha traducido en pan cotidiano para los hijos preferidos de Jesús, los pobres».
Esta iniciativa se ha sumado a otras que han realizado durante el curso, como el apadrinamiento a Sandrine, una niña que estudia en la Cité des Jeunes de Nazareth, en Muhanda, a unos 70 kilómetros de Kigali, la capital de Ruanda. Ella es huérfana y para ser acogida en este centro le van a ayudar a comer, vestir y estudiar. Durante este año, las alumnas han organizado diversas iniciativas solidarias para lograr esta meta.