- “Siento su amor y eso me empuja a ser mejor, a quererle más y a colaborar de forma más activa en la evangelización”
- “Esa conversación con la consagrada del Regnum Christi me tocó el alma, me sentí acogida, acompañada, querida, escuchada, mi corazón experimentó el amor de Cristo y había sido a través de ese encuentro”
- “He visualizado con mayor claridad que es en el Regnum Christi donde Dios me quiere”
En esta entrevista, María nos cuenta cómo ha sido su experiencia hasta ahora: la conversación con una consagrada que le tocó “el alma”, su sanación en el máster de acompañamiento educativo de la UFV… Y cómo ha afectado esta decisión a su entorno: “Me siento feliz y agradecida a Dios por este regalo. Esto repercute claramente en mi familia, en mi matrimonio, en mi trabajo y en mi deseo de evangelizar y llevar a muchas personas hacia el amor de Cristo”.
¿Cómo conociste el Regnum Christi?
Hace cinco años y medio, llegué a trabajar a la Universidad Francisco de Vitoria, de la mano de la Virgen de Fátima. Necesitaba un cambio profesional, se lo pedí a ella y me trajo hasta aquí. Antes no había tenido la posibilidad de conocer a ninguna persona que perteneciera al Regnum Christi, ni había oído hablar apenas del movimiento.
¿Qué te llevó a dar este «sí» a Cristo?
Todo empezó con una conversación amistosa con una consagrada que trabaja en la universidad. Fue un encuentro provocado a raíz de un proyecto en el que trabajábamos juntas. Esa conversación me tocó el alma, me sentí acogida, acompañada, querida, escuchada, mi corazón experimentó el amor de Cristo y había sido a través de ese encuentro. Me quedé tocada por el Amor y decidí cursar el Máster de Acompañamiento Educativo (MAE): me sentí llamada a cursarlo.
El máster me cambió la vida, me removió profundamente, destapó mis heridas y gracias al acompañamiento que recibí y a la gracia de Dios fui capaz de ir visualizando qué es lo que estaba pasando. Sentí una llamada muy clara de Dios a vivir más cerca de Él, a meterme en su corazón y desde ahí amar más a mi familia y a todas las personas.
El carisma del Regnum Christi me fue renovando espiritualmente y fui encontrando allí aquello que mi alma anhelaba, que en definitiva era el Amor con mayúscula. A través del acompañamiento, de las personas de mi equipo y de las distintas actividades en las que he ido participando a lo largo de este último año, he visualizado con mayor claridad que es en el Regnum Christi donde Dios me quiere y quiere que me despliegue como persona y como apóstol, siendo también contemplativa, según el corazón de Cristo.
¿Cómo te ha ayudado la Universidad Francisco de Vitoria en la fe?
Más que la universidad en sí, me han ayudado muchas de las personas que forman parte de esta comunidad. Los primeros años me llamaba mucho la atención el cariño con el que me sentía tratada y acogida, siendo un trato y un cariño sinceros. Según iban pasando los años, el ambiente que tenía a mi alrededor me hacía plantearme un cambio en mi vida, pero no sabía hacia dónde tirar. Necesitaba, sin saberlo aún, ser acompañada.
¿Qué te dice Cristo en la oración?
Últimamente muchas cosas, pero principalmente siento su amor y eso me empuja a ser mejor, a quererle más y a colaborar de forma más activa en la evangelización.
Es en el Regnum Christi donde Dios quiere que me despliegue como persona y como apóstol, siendo también contemplativa, según el corazón de Cristo.
¿Cómo fue la celebración de la incorporación? ¿Qué es lo que más te gustó?
Me incorporé el lunes 21 de febrero en la capilla de la UFV. Fue una celebración sencilla y esto es lo que más me gustó. Me acompañaron muchas de aquellas personas que, de alguna manera, quizás incluso sin ellas saberlo, habían formado parte de mi historia durante mi proceso de discernimiento: profesores del MAE, mentores, compañeros del máster y del trabajo, las personas de mi equipo y amigos.
¿Qué va a cambiar a partir de ahora en tu vida?
Creo que el principal cambio está siendo interior. Me siento feliz y agradecida a Dios por este regalo. Esto repercute claramente en mi familia, en mi matrimonio, en mi trabajo y en mi deseo de evangelizar y llevar a muchas personas hacia el amor de Cristo.