Regnum Christi España

Jornada de formadores del ECYD | Marta, de Sevilla: “Dios me ha confiado a sus hijas para que las guíe hacia Él, y todavía me pregunto: ¿por qué, por qué yo?”

Marta Gonzalez ecyd Sevilla

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Toledo ha sido el escenario de la Jornada Nacional de Responsables del ECYD, un evento que, del 19 al 21 de enero de 2024, transformó la perspectiva y el corazón de muchos jóvenes, incluida Marta González, de Sevilla. Marta, en un inicio reticente a asistir, nos cuenta cómo esta experiencia se ha convertido en un momento decisivo en su vida. “Yo me apunté a la jornada gracias a una amiga que me ‘obligó’ a ir”, confiesa Marta, pero ahora reconoce que solo puede estar agradecida por todo lo que ha vivido.

Al llegar a Toledo, Marta tenía una visión limitada de lo que significaba ser responsable en el ECYD: “Llegué a Toledo con la mentalidad de que yo era responsable porque Pili, mi consagrada, me lo pidió en su momento y yo acepté”, explica. Sin embargo, su perspectiva cambió radicalmente durante la jornada. “Jesús me ha hecho darme cuenta que he sido elegida por Él”, reflexiona Marta, comprendiendo la profundidad y la responsabilidad de su papel como responsable del ECYD, la propuesta del Regnum Christi para los adolescentes: “Dios me ha confiado a sus propias hijas para que yo les guíe hacia Él, y todavía me pregunto por qué, por qué yo”.

 

El lema de la jornada, “Al cielo se llega en equipo”, resonó fuertemente entre los asistentes, incluida Marta. “Creo que todos los adolescentes que fuimos a Toledo ahora la entendemos mucho mejor”, afirma. Marta se sintió particularmente inspirada por una frase que escuchó: “Si quieres llegar rápido, ve solo. Pero si quieres llegar lejos, ve acompañado”. Esta idea refleja la esencia de la comunidad que forma el ECYD, una red de apoyo que Marta valora inmensamente: “Gracias a la gran familia que forma el ECYD, sé que estoy un poco más cerca del Cielo”, nos señala con gratitud.

 

Pertenencia y aprendizaje

El ECYD no solo proporciona un sentido de pertenencia, sino que también es un espacio de aprendizaje mutuo y crecimiento personal. Marta habla de su experiencia con personas de diferentes ciudades y países, describiendo cómo esta diversidad enriquece la comunidad. “Gracias al ECYD he conocido a algunas personas que ahora mismo considero mis hermanas”, comparte. Además, Marta resalta la disponibilidad constante y el apoyo de las consagradas, un aspecto crucial del ECYD: “Están siempre 24/7”.

 

Concluyendo su testimonio, Marta se muestra convencida del impacto positivo del ECYD no solo en las vidas individuales sino en el mundo en general. “El ECYD cambia a las personas, las hace mejores. Por eso tengo tan claro que el ECYD es capaz de cambiar al mundo, y sé que ya lo está haciendo”, afirma con seguridad.

 

 

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