Los Legionarios de Cristo ofrecerán la jornada, especialmente la misa de comunidad y hora eucarística, con sentido de reparación, oración y de ofrecimiento por todas las personas que sufren a causa de los abusos: víctimas, sus familias, personas que se escandalizan por estos delitos, sacerdotes que han podido hacer daño, y por los sacerdotes que en el contexto de los mismos abusos han sido señalados injustamente.
Testimonio de Alejandra Martínez
En el siguiente vídeo puedes escuchar el testimonio de Alejandra Martínez, víctima y sobreviviente de abusos sexuales. Ella ha autorizado la difusión de su testimonio y de las imágenes que lo acompañan que han sido creadas por ella misma.
La protección de los menores, “un deber ineludible”, dice el papa Francisco
Durante la Audiencia General del miércoles 17 de noviembre de 2021, el Papa Francisco ha recordado que esta jornada es “una oportunidad de reflexión y concienciación para apoyar la recuperación humana y espiritual de las víctimas”. También, ha afirmado “que es un deber ineludible” de todos aquellos que tienen alguna responsabilidad educativa en la escuela, en la parroquia, en la familia “para proteger y respetar a los adolescentes y jóvenes que se le confían, porque es precisamente en esos lugares donde se producen la mayoría de los abusos”.
La Conferencia Episcopal Española se une a esta oración y penitencia por las víctimas de abusos sexuales cada 20 de noviembre, por ser la Jornada Universal de la Infancia. El subsidio elaborado para la misma, los obispos afirman: “elevamos nuestras súplicas especialmente por los niños y los jóvenes para que todos tengan un hogar donde puedan crecer y desarrollarse en paz y armonía”. También recuerda “a quienes han sufrido cualquier clase de abuso físico o moral; oramos por ellos, para que puedan reponerse y recuperen la confianza, la alegría y la esperanza (…). Con un sentido fuertemente penitencial pidamos especialmente perdón por lo abusos cometidos contra niños por parte de pastores y fieles de la Iglesia y oremos también al Señor de la vida para nunca vuelvan a repetirse semejantes atrocidades y para que conceda a todos los miembros de la Iglesia un mayor sentido de responsabilidad respecto a los menores de edad a ellos confiados”.
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Cardenal Arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, en el contexto de la 118º Asamblea Plenaria, elevó una petición de perdón el 15 de noviembre de 2021 en su discurso personal de apertura: “Pido perdón, pues nuestra falta de testimonio e incoherencias, por nuestras divisiones y falta de pasión evangelizadora, en no pocas ocasiones contribuimos, no sin escándalo, a la desafección y a la falta de confianza en la jerarquía, en la propia Iglesia”, afirmó. “Pedimos perdón a Dios, a las víctimas y a la sociedad, a la par que trabajamos por su erradicación y prevención”, aseguró, reconociendo “la falta de fe y corrupción dentro de la Iglesia que nos duele muy de veras”.
El camino recorrido por los Legionarios de Cristo
La congregación de los Legionarios de Cristo inició hace más de 10 años un camino de renovación, dando pasos también para afrontar la verdad de su historia en relación con el abuso sexual de menores, buscando recorrer caminos de sanación para las víctimas, y generar ambientes seguros para los menores y personas vulnerables. Toda la historia, documentos y casos están recogidos en la página web 0abusos.org.
En 2019 publicaron un informe histórico estadístico sobre todos los casos de abuso desde su fundación, y en el Capítulo General 2020 emitieron dos documentos con sus compromisos y normas en el campo de la atención a víctimas y la prevención de abusos. Un año después, en su determinación por recorrer caminos de verdad, justicia y sanación con las víctimas de abuso sexual por parte de miembros de la Congregación, los legionarios de Cristo publicaron el Informe anual 2020 Verdad, justicia y sanación, en el que rinden cuentas de los compromisos adquiridos, y publicando cada uno de los casos de forma individuada.
Además, se ha establecido un canal profesional e independiente para realizar denuncias y para atender a víctimas a través de Eshmá, una asociación fundada por personas que han vivido en primera persona procesos de victimización de abuso sexual infantil, por terapeutas, trabajadores sociales y juristas expertos en justicia restaurativa. Ya ha comenzado a atender a algunas víctimas de miembros de la Congregación en distintos países, y cuenta con programas como un punto de atención permanente para acogida y escucha inicial; un espacio de acompañamiento terapéutico para sanar las secuelas de abuso; canal seguro e independiente de denuncia; orientación social y atención jurídica sobre el proceso de denuncia; y el proceso penal y diálogos restaurativos como vías para obtener verdad, justicia y reparación.