Programa en Teología del Cuerpo del Instituto Desarrollo y Persona de la UFV | Rafael Gil: “Si tienes un cuerpo, ¡este curso es para ti!”

El P. Jesús Pérez, L.C., director de la sección de adultos de Almagro-El Encinar, nos ha explicado que ha organizado esta jornada “para los miembros del Regnum Christi y para las familias como un medio de formación sobre un aspecto muy importante de nuestra vida cristiana: la familia. Como Regnum Christi queremos cuidar la familia, a toda la familia”. Y para ello invitó al P. Jaime Rodríguez, L.C., doctor en Teología, y a Lorea Iturrioz Bringas, fundadora de Amor Seguro, ambos expertos en Teología del cuerpo.

Hemos hablado con Rocío Sánchez y Gonzalo Díaz, una pareja de novios que asistió al curso, como parte de su preparación al matrimonio, y nos explican que ha cambiado su percepción del matrimonio y la sexualidad: “Conocer la Verdad compromete y libera profundamente”.

¿Por qué acudir a un curso de Teología del Cuerpo?

Porque queremos ser conscientes de nuestra propia vida y existencia: ¿qué significa que somos hombre y mujer y que nos vamos a casar? No queremos vivir por inercia, sino vivir siendo conscientes de lo que significa haber sido creados y buscar comprenderlo hasta las últimas consecuencias. Queremos abrazar la Vida que nos ha sido dada.

No queremos vivir por inercia, sino vivir siendo conscientes de lo que significa haber sido creados.

¿Qué esperabais encontrar?

Esperábamos encontrar, sobre todo, claves y luces para vivir con la mayor verdad y libertad posible nuestra vida juntos, como hombre y mujer, como noviazgo y futuro matrimonio y familia. Queremos ver los frutos de este Amor con mayúsculas.

¿Ha cambiado vuestra percepción del matrimonio y la sexualidad?

Definitivamente. No se puede vivir igual. Conocer la Verdad compromete y libera profundamente.

Entonces, ¿qué habéis aprendido?

No se puede resumir en palabras, pero sí que queremos resumirlo con nuestra vida, con nuestro matrimonio y nuestra familia: ser imagen de Dios todos los días de nuestra vida. Necesitamos constantemente, todo el tiempo, volver a beber siempre de la Fuente para amarnos mejor y más. Volver siempre al principio de nuestra existencia, al origen, y desde ahí, respetarnos, cuidarnos, amarnos y asombrarnos de que el otro es un don regalado que hay que custodiar.

Queremos ser imagen de Dios todos los días de nuestra vida.

Si más matrimonios conocieran el tesoro de la Teología del cuerpo, ¿qué pasaría en nuestra sociedad?

Seríamos una sociedad mucho menos herida por tanta falta de Amor, más libre, más felices. Pero hay esperanza, la herida y la mentira están vencidas, no tienen la última palabra. Creemos que es urgente comunicar esto al mundo. El mundo, cada uno, está deseando conocer esto y no se ha enterado.