• Elias: Para mí, el candidatado es un tiempo en el que uno puede conocer mejor el noviciado y a sí mismo para examinar si Dios lo ha llamado a esta comunidad religiosa.
• Kosmas: Especialmente valiosa para mí es la dirección espiritual, en particular la experiencia de un guía muy benevolente y abierto, que me permite muchas cosas y me da tiempo.
• Elias: El noviciado tampoco corresponde al cliché de que no se sale de los muros del monasterio, incluso estoy sorprendido de cuánto estamos “fuera”.

Elias es de Baviera y estudió en la Apostólica de los Legionarios de Cristo en Bad Münstereifel. Al finalizar bachillerato dedicó un año a hacer un voluntario social en una escuela primaria. Por su parte, Kosmas, al acabar bachillerato, fue colaborador del Regnum Christi en París y tenía intención de estudiar medicina, pero también sintió un “fuerte impulso” de abordar profundamente la cuestión de la vocación antes de iniciar sus estudios.

¿Cómo llegaron a la idea de hacer el candidatado? ¿Qué los llevó a este camino?

Elias: Desde niño me interesaba lo que podía observar del sacerdote durante la misa. Para mi primera comunión, mi abuela me regaló una peregrinación a Medjugorje, donde experimenté una fuerte pasión por la fe y el sacerdocio en otros y en mí mismo. Desde entonces, me he preguntado si podría estar llamado al sacerdocio. A los 15 años, fui a la Apostólica de los Legionarios de Cristo. Durante ese tiempo, experimenté de cerca “la vida y obra de un sacerdote” y creció en mí el deseo de vivir de esa manera. A lo largo de los años, me fui convenciendo más de tomar este camino y el primer paso concreto para mí fue participar en el candidatado. Debo admitir que viajé a Madrid con sentimientos encontrados, porque no estaba completamente seguro de lo que me esperaría en el noviciado. Temía que la vida cotidiana pudiera estar marcada por la renuncia, el esfuerzo y la monotonía, pero una vez allí, todas mis preocupaciones desaparecieron… Me di cuenta de que los otros jóvenes también son completamente normales y, sobre todo, que pueden “ser ellos mismos” y no algo que se les imponga. Después de tener esta experiencia positiva, me resultó mucho más fácil decidirme por este paso; más aún, ¡estaba realmente emocionado por el tiempo en el noviciado!

¿Qué os gusta del candidatado?

Elias: Para mí, el candidatado es un tiempo en el que uno puede conocer mejor el noviciado y a sí mismo para examinar si Dios lo ha llamado a esta comunidad religiosa. Es muy útil vivir el día a día de los novicios y ser acompañado por sacerdotes experimentados. Aprecio especialmente la comunidad de compañeros de mi edad, con quienes comparto muchos intereses. También el hermoso y tranquilo entorno de la casa en las montañas fuera de Madrid ayuda a concentrarse en el discernimiento vocacional. Se tiene mucho tiempo para orar y reflexionar, pero también un programa variado con excursiones, deportes, etc. Para mí, el noviciado es actualmente el mejor lugar para lidiar con la pregunta de mi vocación.

¿Y tú, Kosmas, qué te trajo aquí?

Kosmas: En mi caso fue algo diferente a Elias. Lo que me atrajo espontáneamente, y probablemente a la mayoría, fue la imagen de mi propia familia. A través del Regnum Christi surgió la pregunta sobre el crecimiento y profundización en mi propia fe, y solo entonces la pregunta sobre el sacerdocio. Llevé esta pregunta conmigo durante mucho tiempo, a veces pudiendo responderla temporalmente, otras veces dejándola de lado. En última instancia, sabía que siempre era solo una respuesta provisional. Esto me llevó al candidatado, no quería posponer más la pregunta, quería abordarla seriamente, tomarme el tiempo para ello.

Con el tiempo, también pude descubrir la belleza de la vida espiritual, eso también fue lo que me atrajo del Regnum Christi. Al principio, la pregunta sobre la vocación era más bien una pregunta abstracta, pero pronto me di cuenta de que había mucho más en juego.

¿Qué desencadenó en ustedes la búsqueda de la vocación? ¿Cómo se les presentó esta pregunta?

Kosmas: Para mí, originalmente estaba asociado con mucha incertidumbre y miedo, porque veía sobre todo la renuncia.

Elias: Para mí, estaba relacionado con la pregunta que otros me hacían: “¿Qué quieres ser de mayor?”. En este contexto, surgieron diferentes propuestas de profesiones, pero no era feliz. Como niño, uno responde a esta pregunta con todo tipo de cosas, y el sacerdocio también estaba incluido. Lo que va más allá de un marco normal para mí es que la pregunta sobre el sacerdocio permaneció en mí durante 21 años, a veces más presente, a veces menos. A lo largo de los años, hubo siempre señales de una respuesta, pero la vocación seguía siendo para mí un proceso constante de redescubrimiento. También creo que la vocación siempre es una aventura con Dios.

¿Qué os motiva a profundizar en la pregunta de la vocación y no evitarla?

Elias: También está relacionado para mí con la pregunta: “¿Qué quiero ser en mi vida, es decir, cómo quiero ser feliz?”. O también: “¿Cómo quiero diseñar mi vida?”. No buscar una respuesta a estos cuestionamientos contradice nuestra naturaleza humana. Como si a uno no le importara lo que viene después del bachillerato… Además, para mí, la pregunta también incluye: “¿Qué quiero dejar atrás?”. Pero también soy el tipo de persona a la que le gusta llegar al fondo de las preguntas.

Kosmas: Puedo resumirlo en una frase: en última instancia, fue una especie de honestidad conmigo mismo. Me enfrenté a esta pregunta de una manera particular, y quería mirar sinceramente mis motivaciones y lo que estaba sucediendo dentro de mí, lidiar con ello y encontrar una respuesta. Y eso en la perspectiva esperanzadora de la fe, en el sentido de que sé por la fe que, pase lo que pase, Dios puede hacerme feliz. Pero eso es a menudo difícil en la vida cotidiana, porque uno tiene muchas cosas que hacer. A veces se necesita tiempo para admitir cosas sobre uno mismo, buscar las razones subyacentes y preguntar por qué. Quiero mirar esto honestamente frente a mí y frente a Dios, y examinarlo. Esa fue la razón de este paso.

¿Qué aspecto del candidatado os parece especialmente importante?

Elias: Disfruto especialmente la libertad del candidatado. Y eso es lo que necesito para mí en este momento, porque en casa hay mucho que hacer. Mi madre está gravemente enferma, por lo que el año pasado también estuve con ella y todavía tengo que organizar mucho.

Kosmas: A través del candidatado puedo sumergirme paso a paso, es decir, gradualmente en la vida del noviciado, por ejemplo, en relación con los tiempos de oración. Especialmente valiosa para mí es la dirección espiritual, en particular la experiencia de un guía muy benevolente y abierto, que me permite muchas cosas y me da tiempo.

Elias: Yo también me uno a eso: esa es una característica especial de esta candidatura, que no se siente presión. Incluso si uno descubre que esto no es para él, puede irse libremente.

¿Qué deberían conocer verdaderamente otros sobre el candidatado?

Elias: Para mí es importante decir que somos una comunidad realmente alegre, que somos bastante relajados y normales, con los pies en la tierra y no alejados del mundo. El noviciado tampoco corresponde al cliché de que no se sale de los muros del monasterio, incluso estoy sorprendido de cuánto estamos “fuera”, por ejemplo, en la ciudad, donde damos cursos de confirmación, etc. En nuestro grupo tampoco hay nadie que huya del mundo o de cualquier problema, o que no tenga idea de qué hacer con su vida. Creo que todos aquí también tendrían otra opción.

Kosmas: Elias ya lo ha expresado bien. Me uno a eso.

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Al final del candidatado, Elias entró en el noviciado el 6 de enero de 2024, y la toma de hábito de los Legionarios de Cristo tuvo lugar en la casa de apostolado del Regnum Christi en Alzgern, Alemania.

Kosmas comenzará a estudiar medicina y allí llevará a cabo su servicio al prójimo. En este momento dedica su tiempo hasta el comienzo de la universidad a prácticas de enfermería y compromisos apostólicos en grupos juveniles de Erfurt.