María Rueda, alumni de Cumbres Valencia: “Elegí la investigación por la donación y servicio al prójimo”
LomásRC
María Rueda, antigua alumna del Cumbres School Valencia, es actualmente investigadora científica la Universidad de Colorado Boulder, una de las 30 universidades más prestigiosas de Estados Unidos, y que cuenta entre sus profesores con seis premios Nobel en Física y Química. María nos comparte que el lema de los colegios del Regnum Christi, Semper Altius (“Siempre más alto”), le ha inculcado la motivación para superarse constantemente, a la vez que valora la educación integral recibida, que no solo le proporcionó herramientas académicas, sino que también la preparó en su vida de fe: “Esta me ayuda a no perder el norte en mi día a día y me recuerda continuamente la razón por la que elegí este camino, siendo una clara fuente de motivación”. Y no solo eso, también, el acompañamiento recibido en el colegio, nos explica, “me proporcionó una base sobre la que sustentar los juicios éticos a los que me enfrentaré como científica”.
¿Qué lecciones valiosas has aprendido durante tu tiempo en el Cumbres School Valencia que te han acompañado en tu carrera como investigadora científica?
Mi trayectoria académica, así como mi desarrollo profesional y personal están profundamente marcados por el lema del cole: “Semper Altius”, es decir, la voluntad de apuntar alto, superarme continuamente y alcanzar la mejor versión de mí misma.
Recuerdo con mucho cariño mi etapa en Cumbres y, sin duda, puedo afirmar que esos años moldearon la persona que soy hoy en día. Son muchas las lecciones que me llevé de mi paso por el cole. Entre otros, se me inculcó la importancia de la disciplina, el autocontrol, la perseverancia y la resiliencia.
Mi curiosidad intelectual y sed de conocimiento creó en mí un gran interés por aprender y comprender lo que me rodea, y mis formadores me dieron las herramientas para no poner freno a esta curiosidad, proponiendo activades extracurriculares, jornadas y olimpiadas académicas, concursos y todo tipo de formaciones complementarias.
Agradezco profundamente a las formadoras y a las consagradas del Regnum Christi, la importancia del apostolado y ser un vivo retrato de la entrega al prójimo.
En el colegio también se nos enfatizó la importancia de cultivar competencias transversales en paralelo a la formación puramente académica, y tuve la oportunidad de participar en muchas actividades que me permitieron desarrollar mis habilidades de comunicación, organización, creatividad, pensamiento crítico y gestión del tiempo. Por otro lado, estar continuamente expuesta a escuchar, hablar, leer y escribir en inglés tanto en clases como en actividades dentro y fuera del recinto fue clave para adquirir el nivel que tengo ahora y poder ser competente en mis estudios e investigación actuales, que desempeño por completo en inglés. Y por ello agradezco mucho la labor de todas las profesoras que, tanto entonces como ahora, ponen su esfuerzo para que esto sea posible.
En el ámbito más personal, para mí fue clave disponer de un acompañamiento personal y espiritual a diario. No hay más que ver cómo los formadores se implican continuamente con los alumnos, muchas veces dando más tiempo del que uno esperaría. Este acompañamiento estaba claramente ligado a los valores cristianos en los que se fundamenta el colegio y fue un pilar esencial para mi crecimiento en la fe cristiana. Todo ello además me proporcionó una base sobre la que sustentar los juicios éticos a los que me enfrentaré como científica.
Y en concreto, en tu etapa escolar, ¿qué importancia tuvo el apostolado y la acción que realizabas en el colegio y cómo crees que influyó en tu desarrollo personal y profesional?
Una de las características que más valoro del colegio es la formación integral, buscando el desarrollo de todas y cada una de las dimensiones de la persona, y en este sentido, considero que el apostolado es una parte fundamental de esta formación integral.
Agradezco profundamente al colegio, y concretamente a las formadoras y a las consagradas del Regnum Christi, que nos transmitieran la importancia del apostolado y sobre todo que predicaran con el ejemplo, siendo ellas mismo testimonio vivo de la entrega al prójimo.
Durante mi experiencia en el cole este apostolado se centró especialmente en diversos proyectos de voluntariado, desde recogidas de alimentos o eventos benéficos hasta asistencia en centros de ancianos o centros para familias con escasos cursos. Desde luego, participar en estas actividades dejó en mi una huella que me ha llevado a continuar haciendo voluntariado y fue decisivo para darme cuenta de que mi vocación está estrechamente ligada a la ayuda al prójimo.
La fe es necesaria para no caer en la desesperanza. Ha sido un regalo poder encontrar una comunidad cristiana de jóvenes en la universidad
¿Qué papel juegan tu fe cristiana en el mundo de la investigación? ¿Qué relación hay entre Cristo y tu vocación a la Ciencia?
¡Qué buena pregunta! La razón por la que elegí la ciencia y concretamente la investigación en el área de la salud está ligada a mi objetivo de donación y servicio al prójimo. Mediante la investigación veo la posibilidad de contribuir en la búsqueda y diseño de herramientas preventivas, diagnósticas y terapéuticas que puedan mejorar la calidad de vida de las personas e incluso que llegar a salvar vidas.
Así, como he comentado antes, mi profesión se enmarca dentro de una vocación de donación al prójimo, que es precisamente el mensaje que Cristo nos ha dado. Mi fe me ayuda a no perder el norte en mi día a día y me recuerda continuamente la razón por la que elegí este camino, siendo una clara fuente de motivación.
Llegar hasta donde estás seguramente no ha sido un camino sencillo. ¿Cuáles han sido los mayores desafíos que has enfrentado en tu carrera como investigadora y cómo te han ayudado tus valores personales y tu fe a superarlos?
Mi carrera como investigadora no ha hecho más que empezar. Aunque para llegar aquí, ha sido necesaria mucha disciplina, sacrificando aquello que apetecía en el momento y trabajando para obtener frutos en el futuro.
En esta nueva etapa de mi vida que comienzo, estoy experimentando muchos cambios. Mudarme a un país distinto y vivir lejos de casa, de mi familia y mis amigos ha sido uno de los más grandes; mi entorno ahora es completamente distinto. Pero está siendo una experiencia muy enriquecedora, que me brinda muchas posibilidades para aprender y desarrollarme personal y profesionalmente, y me siento muy afortunada y agradecida de estar aquí.
Es inevitable que aparezcan dificultades; la investigación a tan alto nivel y en un nuevo lugar no es sencilla, y además hay momentos en los que la distancia no ayuda. Por ello, para mí, la fe es necesaria para no caer en la desesperanza. Ha sido un regalo poder encontrar una comunidad cristiana de jóvenes en la universidad que me ha permitido seguir viviendo y compartiendo mi fe. Mi familia y mis amigos, aunque lejos, también son un apoyo fundamental, en los que puedo descansar y que me animan siempre a seguir adelante.
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