Ordenaciones sacerdotales | P. Blanchette, L.C.: “Me cuidó, me atrajo, me esperó… Se ha pasado en mostrarme cuánto me quiere”

LomásRC

11/04/2023

El 29 de abril de 2023, el Cardenal Fernando Vérgez, L.C., ordenará sacerdotes a 29 legionarios de Cristo. Entre ellos se encuentra el P. André Blanchette, actualmente, formador en el noviciado de Madrid. Hemos hablado con él a menos de un mes de su ordenación y nos cuenta que “como diácono, uno está mucho más cerca del altar. Veo el sacerdote y pienso que, en unas semanas, Cristo bajará a mis manos. Me siento indigno de estar tan cerca de Él. Pero siento que Él está emocionado”.

Mi llamada no fue en un momento preciso. Diría más bien que Dios me sedujo y me atrajo hacia sí
Veo que ha afectado a mis hermanos y, especialmente, a mis padres. Ellos también hicieron su discernimiento para aceptar esta llamada. Ellos también han dicho su “sí”.
Mi comunidad legionaria ha sido esencial para descubrir mi vocación y crecer en ella.
Últimamente me ha inspirado mucho un padre legionario mayor que ha vivido un ministerio escondido y que ha conservado la frescura de su amor por Cristo y de su celo por el Reino.
Sigue en vivo la ordenación sacerdotal

El P. André Blanchette es un legionario de Cristo, nacido en Quebec, Canadá, hace 31 años. Como nos explica en esta entrevista, él conoció a los legionarios de Cristo y al Regnum Christi gracias a un santo sacerdote jesuita “que acercó su familia al Señor”. Ahora que está a punto de ser ordenado, le hemos preguntado en qué le gustaría trabajar, y su respuesta es toda una propuesta evangelizadora: “Me atrae el reto de anunciar a Cristo en un lugar donde ya no es conocido, donde hay que recomenzar la evangelización desde el testimonio y desde lo esencial”.

Ese reto puede llegar a ser una realidad porque será ordenado por el Cardenal Fernando Vérgez, L.C., el 29 de abril, a las 10:00 hrs., en Santa María la Mayor, en Roma.

El P. Blnachette, L.C., en una peregrinación a la Basílica de Sta. Ana, en Canadá, con sus padres.

¿Cómo fue su llamada? ¿Recuerda cuándo le dijo que “sí” a Dios?

Mi llamada no fue en un momento preciso. Diría más bien que Dios me sedujo y me atrajo hacia sí. Ha sido solo con el tiempo y con retrospección como pude discernir su llamada escondida en muchos pequeños eventos.

¿Había algún signo que le indicase que debía ser sacerdote?

Demasiados… Es como si Dios estuviese escribiendo en mi historia que me deseaba para sí, que me soñaba como sacerdote. Me cuidó, me atrajo, me esperó… La verdad: se ha pasado en mostrarme cuánto me quería.

Mi familia también comparte la alegría de mi sacerdocio.

¿Cómo conoció el Regnum Christi y a los legionarios de Cristo?

Por un jesuita. Mis padres se acercaron al Señor gracias al acompañamiento de un santo padre jesuita. Y al acercarse a Dios, conocieron también a otras personas que querían vivir su fe. Una de ellas les presentó a un legionario de Cristo. Así empezaron a visitarnos. Y no sé por qué, pero aunque había recibido mucho de los jesuitas, de los redentoristas y de los sacerdotes diocesanos, me he sentido identificado con los legionarios de Cristo.

¿La vocación sacerdotal es una vocación de toda la familia? ¿Cómo la han acogido sus padres?

Sí, es verdaderamente una vocación de toda la familia. Veo que ha afectado a mis hermanos y, especialmente, a mis padres. Ellos también hicieron su discernimiento para aceptar esta llamada. Ellos también han dicho su “sí”. Y ellos también sufrieron -y más que yo- el dejarme seguir al Señor. Pero añadiría que ellos también comparten la alegría de mi sacerdocio.

El P. André con su hermano y su hermana después de la ordenación diaconal.

¿Qué papel desarrolla la comunidad de legionarios a la hora de madurar la vocación como seminarista? ¿Y la comunidad Regnum Christi?

Aunque la llamada es algo muy personal, el Señor nunca nos llama solos. Para mí, la comunidad ha sido esencial para descubrir mi vocación y crecer en ella. No me he sentido llamado a algo abstracto, sino a vivir algo que veía plasmado en otras personas. Y tampoco hubiera podido llegar hasta aquí sin el apoyo de una comunidad.

¿Hay algún sacerdote que haya sido ejemplo para usted y le haya servido de inspiración?

Varios. Pero últimamente me ha inspirado mucho un padre legionario mayor que ha vivido un ministerio escondido y que ha conservado la frescura de su amor por Cristo y de su celo por el Reino.

Me ha inspirado mucho un padre legionario mayor que ha vivido un ministerio escondido y que ha conservado la frescura de su amor por Cristo

Usted está destinado en el noviciado, en Madrid. ¿Cómo ve esta responsabilidad de ser formador de jóvenes que están en pleno discernimiento vocacional?

Veo que es compartir la vida de la cual me enamoré. Tengo muchas limitaciones, pero espero que cuando me vean, puedan ver un legionario como Dios lo ha querido.

¿Está nervioso a un mes de ordenarse?

No, todavía. Pero creo que cuando llegue a Roma, me mentalizaré más y empezaré a ponerme nervioso.

Hace falta un canadiense para enseñar a los novicios a disfrutar de la nieve. — El André nos cuenta que «hace falta un canadiense para enseñar a los novicios a disfrutar de la nieve». Para él, la vida de comunidad es fundamental en su vocación.

¿Reza de forma especial estos días? ¿Qué le dice Cristo?

Como diácono, uno está mucho más cerca del altar. Veo al sacerdote y pienso que, en unas semanas, serán a mis manos a las que bajará Cristo. Me siento indigno de estar tan cerca de Él. Pero siento que Él está emocionado.

Cierra una etapa de su vida y comienza otra: ¿Qué pasará al día siguiente?

Siento que finalmente podré hacer aquello a lo que el Señor me está llamando. Ya estoy siguiéndolo y amándolo como religioso y legionario, pero siento que Él quiere servirse de mí para hacerse presente a través de sus sacramentos. No sé cómo será, pero he aprendido que el Señor tiene planes más grandes de lo que podemos imaginar.

Finalmente podré hacer aquello a lo que el Señor me está llamando

¿En qué campo de apostolado le gustaría trabajar como sacerdote?

Diría más bien a qué me siento atraído, porque sé que será difícil. Me atrae el reto de anunciar a Cristo en un lugar donde ya no es conocido, donde hay que recomenzar la evangelización desde el testimonio y desde lo esencial.