Regnum Christi España

Ordenaciones sacerdotales | P. Christopher: “En la capilla de adoración perpetua en Barcelona miro la cruz y pienso: ‘Eso es ser sacerdote’: dar la vida por los demás”

P. Christopher Daniels legionario de Cristo se ordena sacerdote el 27 de abril de 2024

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“Cuando llegué al candidatado estaba súper enojado con Dios. ‘¿Por qué me metiste en un seminario? ¡Te di dos años de mi vida como colaborador!”, recuerda el P. Christopher Daniels, L.C., con una honestidad que conmueve. Ahora, con 33 años será ordenado sacerdote el 27 de abril de 2024, en Roma. Desde Atlanta a Barcelona, su historia es un testimonio de búsqueda, desafío y entrega. Ha pasado 18 años en el Regnum Christi, de los cuales 14 como legionario. Actualmente trabaja en Highlands School Barcelona y en el ECYD.

La llamada a ser sacerdote no fue un camino fácil para el P. Daniels. Sobre todo el momento de decidirse. Este diácono legionario de Cristo describe su intensa lucha interior. Cuando sintió la llamada “mi corazón empezó a latir con fuerza, comencé a hiperventilar y era como si una nube oscura se estuviera acumulando sobre mi cabeza que decía: ‘Sacerdocio”. Este momento de revelación vino acompañado de una profunda experiencia espiritual, recordando las palabras sobre la generosidad con Dios escuchadas en retiros, en el ECYD y en el Regnum Christi. A través de su historia, el P. Christopher nos recuerda que el legionarios encarna la figura del buen pastor “que está a veces en medio del rebaño, a veces liderándolo y a veces detrás, asegurando que nadie se pierde en el camino”.

 

¿Cómo conoció al Regnum Christi y a los legionarios de Cristo?

Crecí en Atlanta, Georgia, en una familia fantástica. Mi mamá me mostró el valor de la fe y de limpiar mi cuarto; mi papá me enseñó el valor del trabajo y cómo contar una buena historia, con mucha exageración; mi hermana Chelsea me sacó del mundo de los libros al mundo del baile y los amigos; y mi hermana mayor, Ángela, me mostró la importancia de reír y amar la vida.

 

Mis padres me enviaron al colegio Pinecrest desde el kinder hasta bachillerato, donde conocí a los Legionarios de Cristo y el Regnum Christi. Me lo pasé genial allí y lo disfruté al máximo.

 

Entre en ECYD en 4º primaria, y me incorpore al Regnum Christi a los 16.

 

El sacerdote de la familia, con sus padres y hermanas
Con sus padres y hermanas.

 

¿Y cómo fue su llamada? ¿Recuerda cuándo le dijo que “sí” a Dios?

La idea de ser sacerdote cruzó por mi mente varias veces durante bachillerato, pero siempre la ignoraba y la explicaba, como, “sólo quiero dar charlas frente a la gente… puedo hacer eso en otras vocaciones” o “yo nunca podría ser sacerdote porque yo… (rellene el espacio con pecado)”. Realmente tenía miedo del sacerdocio y no quería ser sacerdote, aunque había algo ahí.

 

No lo enfrenté hasta mi año de colaborador. Vivía con los legionarios en San José, California, trabajaba con el ECYD y vivía una vida de gracia que nunca antes había tenido. Había misa todos los días, tiempo para orar con Jesús media hora antes de la misa, confesión a pedido, una de las ventajas de vivir con sacerdotes, y cosas empezaron a suceder.

 

Recuerdo estar en la capilla un viernes, rezando solo el viacrucis, cuando llegué a la duodécima estación y miré hacia la cruz. Al mirar a Jesús, me impactó como nunca antes. Cristo murió por mí, lo entregó todo por mí. ¿Podría hacer eso por él? ¿Podría renunciar a todo por Cristo?

La idea de ser sacerdote cruzó por mi mente varias veces durante bachillerato, pero siempre la ignoraba

Mi corazón empezó a latir con fuerza, comencé a hiperventilar y era como si una nube oscura se estuviera acumulando sobre mi cabeza que decía: “Sacerdocio”. Había oído eso de “ser generoso con Dios” en muchos retiros, en el ECYD y en el Regnum Christi, pero nunca lo había asimilado así. Me di cuenta, en un instante, de lo que eso significaba: renunciar a la novia, a mis amigos, a mi familia, incluso a lo que quería hacer, y seguir a Cristo. Estaba aterrado.

 

Entonces me mentí a mí mismo: “Claro, podría dejarlo todo por Cristo, no hay problema…”. Luego salí corriendo de esa capilla y traté de distraerme, creo que incluso llamé a la chica con la que estaba saliendo.

 

Estuve yendo y viniendo durante el siguiente año y medio, terminé yendo allí para dar otro año de colaborador y al final me di cuenta de que había algo allí que no me dejaba en paz, que tenía que ir a comprobar. Entonces, fui al candidatado, el cursillo de verano de “venid y veras” en el seminario de la Legión en Connecticut.

 

El entonces H. Christopher, tras acolitar en una celebración en San Pedro
El entonces H. Christopher, tras acolitar en una celebración en San Pedro.

 

Cuando llegué estaba súper enojado con Dios. “¿Por qué me metiste en un seminario? ¡Te di dos años de mi vida y todo lo que quería era una buena vida y una hermosa esposa, y ya tenía la chica escogida! ¡Esto no es lo que quería!” Pero cuando la gente me preguntaba por qué estaba allí si no quería estar, tenía claro que tenía que descubrir cuál era la voluntad de Dios. Quería saberlo, aunque no me gustara.

 

Así que me quedé, pasé un gran verano, incluso en medio de una tremenda lucha interior. Al final del verano hubo unos ejercicios espirituales, un retiro en silencio de ocho días. En medio de eso, el predicador, el P. Jason Smith, me sacó y me preguntó cómo estaba. No sé qué fue, pero de repente fue como si hubiera un amanecer en mi alma. En ese momento me di cuenta de que estaba en paz. Me di cuenta de que esa paz que sentía era lo que había estado buscando todo el tiempo, esa felicidad que había estado buscando en mi relación, en mis amigos, en el pecado, en todas partes, y fue como si Cristo simplemente me mostrara: “Mira, hice tu corazón para mí, aquí, como sacerdote legionario. Si quieres, aquí estoy. Sígueme”.

 

Entonces supe que ese era mi lugar. Eso fue hace 14 años. La vida es una montaña rusa, las nubes y las tormentas regresan, hay momentos de crisis, pero siempre he tenido esa paz al fondo, saber que es aquí donde Dios me quiere.

Dios ha revelado que no es perder un hijo, es ganar un sacerdote, y hay una cercanía muy bonita con mi familia.

¿La vocación sacerdotal es una vocación de toda la familia? ¿Cómo la han acogido en su familia?

Super bien, mi familia es mi base de apoyo y me han apoyado un montón durante estos años. Al inicio, aunque apoyaban, les costaba mucho y sentían que estaban perdiendo un hijo, un hermano. Mi hermana Chelsea me visitó de repente durante noviciado, con mi madre, para ver si estaban lavando mi cerebro o si yo era lo mismo. Pero poco a poco Dios ha estado revelando que no es perder un hijo, es ganar un sacerdote, y que hay una cercanía muy bonita con mi familia.

 

¿Qué papel desarrolla la comunidad de legionarios a la hora de madurar la vocación como seminarista?

Mis hermanos han sido clave en la aventura de la vocación. Buenos hermanos, buenos amigos, hacen que disfrutes los momentos buenos, y que los momentos duros sean más amenos. Y ha habido mucho buen acompañamiento de parte de los formadores, superiores, directores espirituales, sin eso no hubiera podido llegar.

 

El P. Christopher junto a otros legionarios, alguno sacerdote, y la consagrada Mariana Miranda
El P. Christopher junto a otros legionarios y la consagrada Mariana Miranda.

 

¿Y el resto de los miembros del Regnum Christi?

Los miembros de Regnum Christi me confirma en mi vocación. Ellos me hacían falta cuando no tenía contacto con ellos durante formación, que pasaba a veces. Ese aire de familia, la cercanía y confianza inmediata de compartir el mismo carisma, la misma misión, es muy bonito.

 

¿Cómo han sido sus años de seminarista? ¿Recuerda algún momento especial que haya fortalecido su decisión de decir sí a ser sacerdote?

¡Largos! Jaja, un poco de todo, pero iban mejorando siempre. Sobre todo, los momentos de crisis me ayudaron mucho. Es curioso, pero cuando nada está claro y estas dudando profundamente, te ayuda a ir profundo en oración y ver con el Señor, ¿porque estoy aquí? ¿Que estoy buscando?

La vida es una montaña rusa, las nubes y las tormentas regresan, hay momentos de crisis, pero siempre he tenido esa paz al fondo, saber que es aquí donde Dios me quiere.

¿Cómo se encuentra estos días, en vísperas de su ordenación? ¿Reza de forma especial estos días?

Tenemos una capilla de adoración perpetua aquí que me encanta, y voy allí muchas veces y miro a la cruz y pienso: “Eso es ser sacerdote”. Cristo en la cruz, que da todo, que da su vida por los demás. Viendo a Cristo en la cruz, me viene, “esto es mi cuerpo, qué será entregado por vosotros.” Si lo diré con él en la consagración, y también vivir con él dando mi cuerpo a él, por los demás. Y estoy allí con él, presente en la eucaristía, llenándome de él, encontrando la paz en él.

 

¿En qué campo de apostolado le gustaría trabajar como sacerdote?

Con jóvenes. Me encanta.

 

Si no fuera sacerdote… ¿qué habría hecho?

Ja, quién sabe. Yo quería estudiar Historia y ser profesor, pero ahora que trabajo en un cole, no lo veo, jajaja.

 

El P. Christopher celebra un bautizo en la capilla del Real Monasterio de Santa Isabel
El P. Christopher celebra un bautizo en la capilla del Real Monasterio de Santa Isabel.

 

¿Qué es lo que aporta de específico el legionario de Cristo al conjunto del Regnum Christi?

Hace presente Cristo siervo y sacerdote, ¿no? Y Cristo que está cercano, que camina con nosotros. El buen pastor que está a veces en medio del rebaño, a veces liderándolo y a veces detrás, asegurando que nadie se pierde en el camino, para usar una imagen de Papa Francisco.

 

¿Nos puede recomendar una oración, un texto evangélico, una canción… que nos ayude a rezar y pedir por los sacerdotes?

“Señor, danos pastores según tu corazón”. Y rezarlo con mucha paz, confianza y esperanza.

 

Con otros hermanos apoyando H. Abraham, ahora P. Abraham, se ordena también el 27 de abril, cuando corrió la maratón de Roma.
Con otros hermanos apoyando H. Abraham, ahora P. Abraham, se ordena también el 27 de abril, cuando corrió la maratón de Roma.

 

PIM, PAM PUM
  • Ordenación sacerdotal: Boda
  • Diaconado: Servicio
  • España: Toro
  • Estados Unidos: Hogar
  • Dirección Espiritual: acompañamiento
  • Pobreza: Cristo
  • Legionario de Cristo: soldado
  • Consagrada: Hermana
  • Laico consagrado: pocos
  • Laico: apóstol
  • Regnum Christi: Familia
  • Comunidad: unida
  • Cielo: meta
  • Jesús: amigo
  • Jóvenes: esperanza
  • Cambiar el mundo: vamos
  • Música: alabanza
  • Sotana: uniforme
  • Amigos: clave
  • Una película: Braveheart
  • Una canción: Niña de tus ojos
  • Su número favorito de los Estatutos del Regnum Christi: Numero 8
  • Su número favorito de las Constituciones de los Legionarios de Cristo. Numero 3
  • Su santo favorito: San Agustín

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