• Fotogalería de la toma de hábito legionario del H. Luca Giacometti, L.C.
• Entregarse totalmente a Cristo sigue siendo algo fascinante para el joven si percibe que se vive con alegría y libertad.
• Los jóvenes de hoy tienen deseos de intimidad con Cristo, de sanación y de entrega.

Actualmente hay cuatro jóvenes en el noviciado europeo de los legionarios de Cristo, en Madrid: los hermanos Luca, Santiago, Ignacio y Gonzalo. En esta entrevista, el P. Nikolaus nos habla de la importancia del candidatado, la etapa del discernimiento previa al noviciado. Es un período extenso, que ayuda a personalizar el camino de discernimiento personal: “Se trata de poner en el centro el proceso de cada joven, y no ajustarle simplemente a unas etapas formativas”.

Lo habitual en la Legión había sido el candidatado durante el verano y la toma de hábito a inicios de septiembre. Esto ha cambiado. ¿En qué ayuda esto a los jóvenes que quieren discernir su vocación?

Con este cambio podemos personalizar mucho más el proceso de cada joven. Entran al noviciado cuando sienten que están preparados y que Dios les pide este próximo paso en sus vidas.

Se trata de poner en el centro el proceso de cada joven, y no ajustarle simplemente a unas etapas formativas. Las semanas de verano que tienen es poco tiempo para dar un paso como recibir la sotana y entrar en el noviciado.

¿Cuál es el objetivo del candidatado a diferencia de la etapa de noviciado?

El noviciado empieza con la admisión a la Congregación y contiene ya un primer compromiso formal. Por eso visten sotana y se les llama ‘hermanos’. Ellos son parte de la Legión de Cristo y se preparan para la profesión. Confirman, maduran y profundizan su vocación, acompañados por sus formadores. Siguen discerniendo en un espíritu de oración, pero orientado hacia la primera profesión.

En cambio, el candidatado es una etapa previa en la que un joven experimenta una cierta atracción a la vida consagrada y, o, al sacerdocio, se da un tiempo para profundizar en el significado de la vida como vocación, aprende escuchar a Dios y toma pasos hacia la plenitud vocacional. Esencial en este momento es el acompañamiento cercano, y la experiencia de vivir en una comunidad legionaria.

El candidatado es una etapa previa en la que un joven experimenta una cierta atracción a la vida consagrada y, o, al sacerdocio, se da un tiempo para profundizar en el significado de la vida como vocación, aprende escuchar a Dios y toma pasos hacia la plenitud vocacional.

Al final de este proceso, tiene la posibilidad de entrar al noviciado si siente que Dios le invita a esto; en algunos casos, esperar todavía para seguir madurando al nivel humano o vocacionalmente, o seguir otro camino.

¿Hay más jóvenes en este momento en esta etapa de discernimiento de candidatado? ¿Podrían entrar a lo largo de este curso?

Actualmente viven en el noviciado de Madrid cuatro novicios, de los cuales dos han entrado este año y otros dos llevan uno o dos años en el noviciado. Y hay tres candidatos que están ahora mismo viviendo con los novicios y que están discerniendo: un joven de España y dos de Alemania.

¿Qué pueden hacer en concreto los laicos para apoyar y promover la cultura vocacional?

La oración es esencial. Es la petición de Cristo de rogar al dueño de la mies… Para los laicos que son padres de familia es muy hermoso transmitir a los hijos y las hijas este sentir y entendimiento de que nuestra vida es una vocación, no es casualidad, sino que hay un plan amoroso de Dios para cada uno de nosotros. Dios nos quiere felices, realizados, y nos acompaña en este camino. Es una vida con finalidad y con sentido. Si un joven experimenta esto, sale casi natural la pregunta por la llamada, sea a la vida matrimonial, o a la vida consagrada.

Dios nos quiere felices, realizados, y nos acompaña en este camino. Es una vida con finalidad y con sentido. Si un joven experimenta esto, sale casi natural la pregunta por la llamada, sea a la vida matrimonial, o a la vida consagrada.

Hay algo además muy esperanzador. Constato felizmente que la vocación a la vida religiosa ejerce una atracción muy particular en los jóvenes. Entregarse totalmente a Cristo sigue siendo algo fascinante para el joven si percibe que se vive con alegría y libertad. Los jóvenes de hoy tienen deseos de intimidad con Cristo, de sanación y de entrega.