Peregrinación “La Andariega” | Rut: “Todos caminamos hacia un mismo fin, la santidad, y en comunidad se llega mejor”
LomásRC
Como Santa Teresa, conocida por su espíritu “inquieto y andariega”, los participantes caminaron con el propósito de elevar sus almas y encontrarse con Dios, rememorando los más de 5.000 km que la santa recorrió en su vida. Ha sido la séptima edición de “La Andariega”, y el trayecto permitió a los participantes adentrarse en la espiritualidad de Santa Teresa y su legado, finalizando con una misa en el Monasterio de la Encarnación. Para Rut, alumna de ADE de la Universidad Francisco de Vitoria, esta peregrinación tiene un valor especial: “Desde mi conversión más profunda, me enamoré de Santa Teresa. Desde el principio, me llamó la atención cómo ella buscó la fortaleza y, en los momentos difíciles, con valentía salió a caminar y a fundar conventos”. Toda una lección de vida para ella.
¿Qué es lo que te motivó a participar en la primera y ahora en la segunda peregrinación La Andariega?
Desde mi conversión más profunda, me enamoré de Santa Teresa. Desde el principio, me llamó la atención cómo ella buscó la fortaleza y, en los momentos difíciles, con valentía salió a caminar y a fundar conventos. Cuando se me presentó la oportunidad de caminar por las mismas tierras que ella recorrió, me motivó enormemente. La verdad es que fue, y sigue siendo, una experiencia muy enriquecedora en todos los sentidos.
En esta segunda experiencia como andariega, ¿has notado alguna diferencia con la primera?
Lo más significativo ha sido la evolución espiritual desde la primera hasta la segunda vez, lo que me permitió no solo disfrutar del camino, sino también aprender a encontrarme, no solo en las conversaciones con los demás peregrinos, sino también en momentos de soledad. Pude espaciarme y elevar el alma, y encontrar momentos de silencio, de conversación, en los cuales pude encontrarme tanto con Dios como con la santa.
Si has realizado otras peregrinaciones, ¿qué diferencias percibes entre esta experiencia como andariega y las demás?
Diría que esta es una de mis favoritas. Creo que la principal diferencia es que, en esta peregrinación, todos nos unimos en un solo objetivo. Desde la mañana hasta el mediodía, caminamos sabiendo que la meta es llegar a la Encarnación. Mientras caminamos, meditamos sobre las mismas cosas que Santa Teresa meditaba. Al llegar, nos encontramos con la Eucaristía, con las Carmelitas, y todo esto lo hacemos en comunidad. Es una experiencia muy diferente, pero también muy, muy hermosa.
Una característica de La Andariega es que van desde niños en carro hasta adultos que sobrepasan los setenta…
Este encuentro intergeneracional fue muy especial, por ejemplo, había un niño de dos años y el mayor tenía 75. Todos compartíamos nuestras vivencias, incluyendo el cansancio de los más mayores. Un niño incluso recorrió los veintitantos kilómetros en patinete. Aunque éramos de distintas ciudades y edades, todos caminábamos con un mismo fin: Jesús, y conocer más a la santa.
Vivir mirando a Jesús es, sin duda, el mejor camino.
Después de esta experiencia de comunidad que nos cuentas, ¿cómo crees que puede influir luego en tu vida universitaria en la Francisco de Vitoria y en tu equipo de Encuentros con Cristo, para llevar este espíritu de unión, de comunidad, de caridad, generosidad y disponibilidad?
Una peregrinación como La Andariega es un buen ejercicio, casi como un gimnasio espiritual. Salí buscando un camino, y al final, lo que todos los cristianos buscamos es la santidad. Esto se puede ver tanto en esta peregrinación como en los encuentros del Regnum Christi. Al final, todos caminamos hacia un mismo fin, y es en comunidad como mejor se llega.
¿Podrías describirnos en una palabra, o en una canción, o incluso en un poema de Santa Teresa esta peregrinación?
Como bien decía la santa al final de su vida: “Es tiempo de caminar”, y nosotros también nos pusimos en camino. Al final, uno empieza a caminar hacia la eternidad, esa es nuestra verdadera meta. Relacionándolo con la pregunta, poner este eslogan como forma de vida hace que todo sea mucho más sencillo, porque vivir mirando a Jesús es, sin duda, el mejor camino.
Un mensaje para todos los miembros del Regnum Christi de cara participar en el año jubilar de 2025 y que vengan aquí a Ávila…
Creo que el año que viene, o cualquier momento, es una oportunidad merecedora de conocer a una gran santa como Santa Teresa. Es el momento de ponerse en camino, de comenzar la búsqueda con ganas y desafiar esa sed que el Señor sabe saciar. Aunque es un camino sacrificado, es mucho más gratificante llegar y culminar con la Eucaristía en el Monasterio de la Encarnación. Jesús lo llena todo, y como decía la santa, “Solo Dios basta”.
- ÚLTIMAS NOTICIAS
- ÚLTIMAS NOTICIAS
- SÍGUENOS EN INSTAGRAM
- NOTICIAS RELACIONADAS
- NOTICIAS RELACIONADAS