Primer Yiós Weekend Valencia | Ana: “Ya no puedo vivir una vida sin más, teniendo relaciones mundanas, relaciones egoístas, vacías…”
LomásRC
Tras varios años de preparación, ha tenido lugar el primer Yiós Weekend en Valencia. Para ello, un grupo de valencianos se han ido formando en la Teología del Cuerpo participando en campamentos, Amor Seguro, BodyFest, Yiós Weekend, Yiós Academy y en otros eventos similares. Y a lo largo de este curso siete jóvenes se han reunido en la sección del Regnum Christi liderados por Andrea Martínez, la coordinadora de Yiós en Valencia, con la ayuda de la consagrada Beth Van de Voorde y del P. Sebastián Rodriguez, L.C., para ir repasando todos los ciclos de catequesis de san Juan Pablo II.
Para que Yiós Weekend sea una realidad en Valencia, además se ha creado un staff con los 25 jóvenes que habían hecho alguna experiencia de Teología del Cuerpo, y a ellos se han unido seis más de Madrid, y tres matrimonios con sus hijos, todos del Regnum Christi y vinculados con Sponsus, responsables de algunos testimonios y experiencias.
Ana Tomás es una chica de 18 años que participa en el grupo juvenil de su parroquia y uno de los 70 jóvenes que ha asistido a este primer Weekend. “Yiós me ha abierto los ojos”, nos cuenta en esta entrevista. Le ha abierto los ojos “para ver que mi cuerpo está perfectamente hecho para darme al otro, nada de mí está hecho para darme a mí misma”. Y que “nuestro fin, nuestro fin es el cielo, que empieza aquí, ahora”.
Algunos jóvenes explican que Yios Weekend es como una “fuente de agua viva”. ¿Podrías compartir un momento específico del retiro en el que sentiste algo similar, una revelación o un entendimiento profundo sobre el amor divino a través de tu cuerpo?
Tengo que decir que desde el momento en que llegué, sentí a Dios con mucha fuerza en el ambiente, se notaba que había algo que bailaba entre nosotros. Si tengo que decir un momento exacto, diría en el momento del abrazo, ese abrazo trinitario. Siempre que miro a Jesús en una cruz, escucho cómo me grita y me pide que le abrace y le sacie y tengo ese impulso, de verdad, de levantarme y hacerlo, pero no siempre se logra. En ese abrazo comprendí que puedo saciar ese anhelo, no en una cruz de una iglesia, sino en la persona que tengo al lado: Él está ahí. Puedo colmar ese anhelo profundo de abrazarle y saciarle en mi hermano, en mi madre, en un amigo, y lo más importante en mi misma, porque Él vive en mí, soy templo Suyo, es muy fuerte.
Siempre que miro a Jesús en una cruz, escucho cómo me grita y me pide que le abrace y le sacie y tengo ese impulso, de verdad, de levantarme y hacerlo, pero no siempre se logra.
Después de tu experiencia en Yiós, ¿cómo ha cambiado tu visión sobre el cuerpo humano y su conexión con la espiritualidad?
Me ha abierto los ojos, para ver que mi cuerpo está perfectamente hecho para darme al otro, mis manos, mis ojos, mis piernas, todo está creado para dirigirme al otro, nada de mí está hecho para darme a mí misma, ahora entiendo porque mi corazón solo descansa si responde a esa llamada de amar.
¿Cómo influirá en tus relaciones tanto del pasado, como presentes y de futuro?
Influirá todo, al entender la palabra amor y comprender un poco este gran misterio, cambia todo, ya no puedo vivir una vida sin más, teniendo relaciones mundanas, relaciones egoístas, vacías… porque no estamos aquí para eso, ese no es nuestro fin, nuestro fin es el cielo, que empieza aquí, ahora. ¡¡¡Cómo no va a cambiar las relaciones con los demás si son hijos del mismo Dios!!! ¡Esto es increíble, eres hijo de DIOS y eso me convierte a mí también en hija! Hija de una creación de amor, una creación del mismo don, de dar y recibir.
¿Cuál es el mensaje o la lección de la Teología del Cuerpo que te gustaría compartir con otros, y por qué crees que es importante difundirlo?
Necesitamos saber la verdad, nuestra verdad, de dónde venimos, cómo hemos sido creados en una relación basada en el amor, caídos, pero salvados por Él. Lo que escribo aquí es un 1% de lo que en verdad siento y puedo expresar, porque es tan grande lo que he vivido, que no puedo reflejarlo con palabras, queda guardado en mi corazón. De verdad esto es algo que el mundo entero tiene que saber, creo que si esto fuera así, podríamos llegar a sentir la alegría de Jesus desde el cielo, y no se vosotros, pero yo es lo único que deseo, hacer feliz a Jesús.
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