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El congreso Jordán contó con la participación de más de trescientas personas, provenientes de diversos países y sectores de la Iglesia. Este amplio espectro de asistentes facilitó un diálogo sobre las raíces y consecuencias de los abusos. Las sesiones se centraron en dos temas. Por un lado en la necesidad de una aproximación científica y pastoral para erradicar los abusos. Y por otro, en cómo la Iglesia puede avanzar hacia una cultura de protección y prevención más efectiva.

Se trata de “ayudar a eliminar los abusos dentro y fuera de la Iglesia procurando que las víctimas sean escuchadas, se haga justicia y se sanen los daños”, explicó el P. John K. Guiney, S.J. Esto incluye “políticas para la prevención, la formación permanente y serios esfuerzos para identificar los orígenes sociales de los abusos”, concluyó este ponente.

Jornada de reparación

Uno de los momentos destacados del congreso fue la convocatoria del arzobispo de Madrid, el Cardenal Cobo, de una jornada de reparación a las víctimas de abusos sexuales. El encuentro está previsto para principios del próximo curso. El Cardenal subrayó la importancia de reconocer el mal dentro de la Iglesia, evitando el encubrimiento y fomentando una cultura de verdad y justicia. “Las víctimas nos afectan a todos”, afirmó, haciendo un llamado a una seria reflexión sobre el uso de la autoridad y la necesidad de una reforma sistémica que evite la perpetuación de los abusos.