• Fotos de las ordenaciones y de las primeras misas

Hemos preguntado a miembros de todas las vocaciones del Regnum Christi “¿Qué pasa cuando asistes a unas ordenaciones sacerdotales?”. Y estas son sus respuestas.

Michael Canzián, L.C.: “Emoción, gozo y alegría”

Pasas por lágrimas de emoción por el misterio tan grande que sucede allí. Gozo profundo de que un hermano y amigo tuyo recibe el don del sacerdocio. Y mucha alegría por vivirlo juntos en familia.

Jorge Ranninger, L.C.: “Cristo sale siempre al encuentro”

Participar en la ordenación del P. Gustavo ha sido muy especial. Es volver atrás en el tiempo y recordar el mismo lugar, la misma Iglesia de mi ordenación sacerdotal. En esta ordenación brotaron en mi interior tres sentimientos: un profundo agradecimiento a Dios por un don tan especial e inmerecido; una paz interior de saber que es Cristo quien sale siempre al encuentro; y una intensa alegría de ver a un hermano mío que abraza libremente el Corazón de Jesús para toda la eternidad. ¡Gracias Jesús por la vida del P. Gustavo y su sacerdocio!

Manuel Aromir, L.C.: “Agradezco, revivo, renuevo”

Recuerdo toda la historia de llamada y predilección en mi vida, y agradezco, revivo, renuevo, y me alegro por mis hermanos ordenados y por la Legión que tiene más sacerdotes para la Iglesia.

Edwin Pereira, L.C.: “Una renovación del llamado a la felicidad plena”

Una renovación del llamado a la felicidad plena. Dios bendice cuando se responde con generosidad sin poner peros de por medio. Me renueva interiormente y me recuerda el sí que un día le di a Cristo.

Daniel de Tezanos, L.C.: “La vivimos como comunidad Regnum Christi”

Cuando asistes a una ordenación sacerdotal experimentas la bondad y fidelidad del Señor, que quiere hacerse presente en y por medio de sus sacerdotes. Vives un misterio, el misterio de Cristo sacerdote, y ves el milagro de que hombres entren siendo unos y salgan siendo “otro Cristo”. Para mí está ordenación fue muy especial porque lo vivimos como comunidad Regnum Christi de jóvenes Barcelona. Me tocó el corazón ver cómo tantos jóvenes, que fueron a acompañar al P. Christopher, vivían este misterio en consciencia y admiración. Especialmente me conmovió su alegría y gratitud por saber que ahora tendrán un nuevo sacerdote entre ellos.

Joao Guillerme, colaborador del Regnum Christi: “Dios camina junto a su pueblo”

Sales muy tocado. Primero, te impresionas por la belleza externa de la celebración: la iglesia, los cantos, los ritos. Pero luego empiezas a fijarte en algo más profundo y meditar en cómo es bonito que 20 hombres se entreguen totalmente a la Iglesia para servir a Dios. Y toda la ceremonia es incluso más especial cuando se conoce un poco de la historia de cada diácono. Sales con más esperanza y fe de que Dios camina junto a su pueblo y nos guía bajo su protección.

Paloma Domínguez, laica del Regnum Christi: “Dicen sí a Cristo y lo entregan todo por Él”

El cielo se abre y vives una experiencia de intercesión en la que participan todos los santos. También de agradecimiento a Dios porque llama y envía trabajadores a su mies. Es muy bonito ver que las personas dicen que sí a Cristo que lo siguen y lo entregan todo por Él. Eleva mucho el corazón, te lleva a una unión más fuerte y una comunión fraterna.

Maria Luisa Ramos: madre de familia del colegio Everest: “La Iglesia sigue joven”

Ha sido la primera Ordenación que asisto. Un regalo la invitación a participar en algo tan grande. El Espíritu Santo tan presente y ungiendo a tantos jóvenes. ¡Conmovedor! Y una alegría en que Jesús va a seguir presente y vivo con 20 nuevas vidas entregadas a Él y a nosotros. Y una inmensa Esperanza en que la Iglesia sigue joven, con mucha vida por delante. ¡Gloria a Dios!

Fernanda Tejada, laica: “Celebrábamos tener nuevos Cristos en el mundo”

Ir a las ordenaciones ha sido una de las experiencias más bonitas de mi vida, donde he vivido la fiesta más importante de la Iglesia porque 20 hijos de Dios han respondido a su llamada para siempre. Fue un encuentro mundial del Regnum Christi donde todos celebrábamos tener nuevos Cristos en el mundo.

Esther Lence, laica del Regnum Christi: “¡Dicen sí, como María!”

Experimentas como el corazón no puede dejar de asombrarse, conmoverse y agradecer por la alegría del cumplimiento de la promesa que el Señor le hizo a un amigo, a un hermano. ¡Y porque él dice sí, como María! Las ordenaciones son una experiencia de Iglesia unida en la que Dios se desborda.

Teresa Terry, laica del Regnum Christi: “Un trozo de Cielo en la tierra”

Asistir a las ordenaciones sacerdotales es vivir un trozo de Cielo en la tierra. Es ver a Dios personificado en los diáconos que se van a ordenar y ser testigo del regalo que Dios nos da a través de ellos.

Adam, colaborador del Regnum Christi: “Todo por Cristo”

Veo una persona entregándolo todo, todo por Cristo.

David España, laico del Regnum Christi: “Te empuja a preguntarte qué quiere Dios de mí”

Te remueve el corazón y te empuja a preguntarte qué espera Dios de ti. También te da mucha paz al ver la alegría de aquellos que se ordenan ya que imaginas que puedes vivir tu propia vocación con esa misma paz y alegría.

Jessica Hernández, consagrada del Regnum Christi: “Son sacerdotes para siempre, para siempre”

Es tocar la gracia de Dios, es ver literalmente cómo Dios se hace hombre y el hombre se reviste de Dios… De un momento a otro pasan a ser sacerdotes para toda una eternidad. Me impresiona muchísimo una ordenación sacerdotal, que son sacerdotes para siempre, para siempre. Es impresionante cómo las manos de un hombre se convierten, de alguna forma, en las manos de Cristo… y es bastante palpable la gracia de Dios cuando los que se ordenan son tus hermanos de los que conoces su historia, su dolor, su motivación y su ilusión de ser cada vez de Dios.

Teresa Sada, consagrada del Regnum Christi: “Un profundo agradecimiento por estas vocaciones”

Me asomé al misterio de Dios con gran asombro. Un misterio de la llamada del Señor a algunos; misterio del poder de la gracia del Espíritu Santo que les es conferido, porque entraron unos hombres y salieron otros… Misterio también por la fidelidad forjada en la fe a través del camino personal, con sus planicies y sus cumbres y picos… con sus verdes praderas y cañadas oscuras. Se me despertó un profundo agradecimiento por estas vocaciones y la necesidad de orar por ellos, para que su fe se mantenga firme, su amor siempre alimentado del Amor recibido, y su esperanza que les dé vida y transmitan Vida.

Maca Esquivel, consagrada del Regnum Christi: “¡Ahora estas manos pueden traer a Jesús!”

Ha sido un regalo acompañar al P. Gustavo en este camino: haber vivido durante este año su diaconado y luego verle salir como sacerdote. Un momento muy especial es cuando todos rezamos mientras les imponen las manos, todos suplicando al Espíritu Santo que descienda sobre ellos, la Iglesia triunfante y la peregrina unida rezando por ellos. Signos como el besar sus manos te ayudan a ver lo que ha pasado: ¡ahora estas manos pueden traer a Jesús, pueden dar la absolución! Son tantas gracias y dones que cuesta comprender con la cabeza lo que sucede, sin embargo el corazón lo comprende mejor y sale lleno.

Mariana Miranda, consagrada del Regnum Christi: “El entusiasmo por su Ordenación sacerdotal ha sido contagiosa”

Ha sido precioso ver cómo el entusiasmo del P. Christopher por su Ordenación sacerdotal ha sido contagiosa haciendo que muchos jóvenes y no tan jóvenes pudiéramos acompañarle en Roma para este día tan importante. Como consagrada valoro cada vez más la vocación de mis hermanos legionarios y agradezco a Dios la gracia de poder vivir de cerca y acompañar a un hermano que recibe el sacramento del orden sacerdotal dando su sí a Cristo con tanta generosidad y entusiasmo.

Paula Restrepo, consagrada del Regnum Christi: “La belleza de la familia espiritual que formamos”

¡Renuevas la certeza de que Él está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo! Porque es a través de sus sacerdotes que Jesús nos hace llegar Su gracia. Confirmas la belleza de la familia espiritual que formamos, pues celebras y agradeces el sí de cada sacerdote hermano nuestro. Renuevas el compromiso de orar por ellos que son ministros, necesitados también de la oración y compañía de quienes están a su alrededor.