Los niños y adolescentes son el grupo más afectado por la pobreza en España. Desde que hay registros, nunca antes habían sido tan vulnerables como ahora. Entre los datos más impactantes se encuentra el hecho de que muchos no pueden permitirse comer carne o pescado tres veces por semana. Y un segundo signo de alarma es no poder mantener una temperatura adecuada en sus hogares, tanto en invierno como en verano. A diferencia de otros sectores de la población, como los ancianos o los desempleados, los niños no cuentan con políticas compensatorias que mitiguen su situación.

Tamara García, de la oficina de comunicación de la Fundación Altius, la obra social de Regnum Christi, comentó durante el reportaje que muchas personas acuden al Mercado 1 Kilo de Ayuda para «encontrar apoyo y sacar adelante a sus hijos. Lo que más les frustra es no poder dar una alimentación sana».