En ella participarán los delegados de las cuatro ramas del Regnum Christi y su misión será analizar el borrador del Estatuto y hacer propuestas a la Asamblea General de abril de 2018, en Roma, en la que participarán miembros de todas las vocaciones elegidos por las Asambleas territoriales, además de los asistentes por oficio. Tras todo este ejercicio durante años para clarificar el carisma común, y la manera de custodiarlo y proyectarlo en el futuro, se aprobará un Estatuto general que se presentará a la Santa Sede para su aprobación.
Ahora bien, ¿cuáles son los grandes temas que aborda el borrador de estatuto general? Lo fundamental es que exprese el carisma del Regnum Christi en todo lo que es común a las distintas vocaciones que conforman el Movimiento, y ofrezca la forma de organización coherente con esa identidad. El borrador está organizado en tres partes: la primera hace referencia a la identidad y misión del Regnum Christi; la segunda, a los miembros laicos que no son consagrados; la tercera parte presenta la organización, la forma de gobierno y de administración.
Un largo camino hasta llegar aquí
La propuesta que contiene el borrador de Estatuto que ahora se somete al parecer de los miembros en las Asambleas Territoriales ha sido elaborado por el comité directivo general del Regnum Christi, bajo la presidencia del director general, el P. Eduardo Robles-Gil, L.C., y con la asesoría del P. Gianfranco Ghirlanda, S.J., el Asistente pontificio con el que la Santa Sede ha querido asesorar al Regnum Christi en este proceso. El documento se ha elaborado considerando las indicaciones y los documentos oficiales del Capítulo General de la Legión de Cristo de 2014, de las Asambleas Generales de las Consagradas y de los Laicos Consagrados de 2013, así como de la Convención internacional de los miembros laicos que tuvo lugar en primavera del año pasado, además del Estatuto del Regnum Christi de 2004 y los demás textos institucionales del Movimiento en su historia.
En la primera de las tres partes del borrador, la más amplia, se aborda la identidad del Movimiento. Temas como la naturaleza y fin del Regnum Christi, las diversas vocaciones que lo componen, la espiritualidad y la actividad apostólica. Se trata por tanto, de una parte fundamental y que afecta directamente a todas las ramas del Movimiento.
En el capítulo dedicado a los miembros seglares del Regnum Christi, el borrador propone cómo debería ser su estilo de vida espiritual, de formación, de acompañamiento y la vida de equipo, entre otros temas. Una de las particularidades es la desaparición del segundo grado, y la presentación de un nuevo modo particular de entrega: la “promesa de disponibilidad”. Se recogen en esta parte las conclusiones del proceso de discernimiento de los laicos sobre cómo viven ellos en tanto que laicos la vocación al Regnum Christi. Dado que decidieron no constituirse en asociación, ni depender de alguna de las ramas, sino vincularse directamente al conjunto del Regnum Christi, su manera de vivir el carisma está recogido en el Estatuto General.
Y, finalmente, la tercera parte está dedicada a la “organización, gobierno y administración del Regnum Christi”. Es aquí donde se plantea uno de los temas más novedosos del estatuto: que la forma canónica del Movimiento Regnum Christi sea la de una federación. Esta parte habla de las relaciones estructurales entre las ramas, del gobierno del Movimiento tanto a nivel local, territorial como general. En este apartado se abordan temas como la necesidad de que el Gobierno esté al servicio de la misión común, teniendo claros algunos puntos como el bien común, la subsidiariedad, la participación en la toma de decisiones de todos aquellos a los que las decisiones afectan, la corresponsabilidad y la responsabilidad personal. Para ello, el borrador propone un modelo que quiere evitar la multiplicación de instancias sin renunciar a las necesarias para el gobierno de la misión común, y favorece la acción evangelizadora.