Es ingeniero mecánico y, tras estudiar un máster en Valencia, se ha desplazado hasta Alemania para continuar estudiando. Arturo ha querido compartir con nosotros su testimonio tras su entrada en el Regnum Christi como laico y nos ha contado cómo conoció esta realidad de la Iglesia y qué le llevó a tomar esta decisión. 

¿Cómo conociste el Regnum Christi? ¿Qué fue lo que te enamoró de él?
Había escuchado del Regnum Christi desde hace mucho tiempo en Barranquilla, pero solo cuando llegué a Valencia es cuando empecé a conocerlo de verdad. Les escribí un día por Facebook al club Faro, me contactaron con el P. Wagner, quien me invitó a un encuentro con Cristo y el resto es historia. La sencillez y sinceridad de mi equipo y de todos mis compañeros, y la familiaridad de todos los que allí estaban me atrajo. Luego pude ver el verdadero amor a Cristo que compartían y supe que yo quería amarlo así, y dejarlo que me cambiara como lo ha hecho con ellos. 

¿Te costó mucho decirle que ‘sí’ a Cristo?
Por mucho que quisiera decir que fue fácil, la verdad es que me costó un poco. Yo sentí un llamado al llegar a Valencia, y creo que por eso fue que me encontré con esta maravillosa familia. Sin embargo, después de los primeros encuentros, me costó un poco de trabajo, pero después de cada encuentro supongo que mi corazón se fue abriendo poco a poco. 

Cuando llegué a Valencia, ver el verdadero amor a Cristo que compartían y supe que yo quería amarlo así, y dejarlo que me cambiara como lo ha hecho con ellos. 

¿Qué te dice Cristo en la oración?
La verdad siempre he envidiado un poco a los que dicen que escuchan claramente a Dios hablarles a través de la oración. Practico constantemente y trato de crecer en mi oración, pero supongo que cuando estoy hablando con Él, son las palabras que pone en mi corazón lo que escucho de Cristo. Es en esas reflexiones donde lo siento más. 

¿Cómo viviste la celebración de tu entrada al Regnum Christi?
Fue sencillo y solemne. Creo que, casualmente, fue la mejor manera en la que lo pude imaginar. Me considero muy sencillo, y trato de ser siempre muy agradecido por las pequeñas cosas en la vida, como tener comida en la nevera y un techo bajo el cual dormir. De esa manera, el vivir mi asociación al Regnum Christi junto con el P. Sebastián, Andrés, quien está de colaborador en estos momentos en la sección, y Juan Pablo, el responsable de mi equipo, y de mis padres de manera virtual, ha podido ser la mejor manera que me hubiera imaginado. Definitivamente la ayuda del P. Sebastián fue muy útil para prepararme para la incorporación, además de todas las bellas experiencias que compartí el último año y medio.

¿Cómo ven en tu familia la decisión de entrar a formar parte del Regnum Christi como laico?
Mis padres están muy contentos de que haya decidido, de manera independiente, seguir a Cristo. Mis abuelos, ni se diga; no caben de la dicha. Tengo una familia cristiana, y creo que todos se alegran mucho por mi decisión.   

Cuando estoy hablando con Él, son las palabras que pone en mi corazón lo que escucho de Cristo

¿Qué crees que va a cambiar a partir de ahora en tu vida?
La verdad no lo sé. Llevaba una vida espiritual activa como miembro no oficial del Regnum Christi, y ahora que lo soy, espero seguir llevándola de manera igual o más activa. Con mi mudanza a Alemania espero encontrar una buena parroquia en donde pueda ser de servicio, participar de apostolados y seguir llevando una vida de fe, ¡pero no planeo dejar de lado mis encuentros con mi equipo en Valencia!

¿Qué le dirías a otros jóvenes a quienes les gustaría conocer a Cristo más y se sienten llamados a seguirle?
Alguna vez escuché en una homilía que el cielo también hace fiesta cuando alguien que cree en Cristo decide empezar a seguirlo. A los jóvenes que lean esto, y que estén pensando que eso de la Iglesia no les va, o que eso de ser cristiano es raro o cuento de sus abuelos, solo puedo decirles que desde que sigo a Cristo y sigo su Palabra, lo único que me ha traído eso es ser infinitamente más feliz, estar más dispuesto a amar a los demás, guardar menos rencor y encontrar una comunidad que me ama y que me escucha. No sé vosotros, pero a mí me ha gustado eso, y creo que también les podría gustar, si le dais la oportunidad a Cristo de que toque vuestros corazones.