Testimonio | María Linares, de Sevilla: “Ser parte de la Familia Regnum Christi es ser un poco menos de mí y un poco más de Él”
LomásRC
La decisión de María de unirse al Regnum Christi no fue repentina, sino el resultado de un largo proceso de transformación personal y espiritual que ha tenido como zénit una peregrinación a Argentina, donde Dios “en un instante, puso en mi alma ese deseo claro de querer incorporarme al Regnum Christi”. María enfatiza cómo ha dejado de lado las excusas y las distracciones personales para abrazar un deseo genuino de vivir conforme al carisma del Regnum Christi, destacando la importancia de sus laicos en el momento actual de la Iglesia, los cuales, por cierto, han sido también la raíz de su encuentro con Cristo.
¿Cómo conociste el Regnum Christi?
Del Regnum Christi había oído hablar, diría, casi desde que tengo memoria. Mi hermana mayor estaba involucrada, pero mi conocimiento, mi acercamiento personal va unido a Tierra Santa y a hacer Caminos, principalmente el Camino de Jesús, en Tierra Santa.
La primera vez que fui a Jerusalén, en una peregrinación organizada por el Regnum Christi, experimenté en mi vida a un Dios VIVO, y fue un antes y un después para mí. Eso fue en 2014. Durante ese año fui conociendo personas del Regnum Christi. En 2015 volví a Tierra Santa a hacer un Camino de Jesús. Y ya a la vuelta necesitaba encaminar, ordenar, profundizar lo que había vivido… y de forma natural Dios me puso por delante la vida del Regnum Christi.
El P. Arturo, las consagradas Carola Infante y Ana López, han sido imprescindibles para mí: son los instrumentos que Él me regaló.
En esos tiempos comenzaron mis viajes a Ávila, donde estaba el P. Arturo Díaz, L.C., al que conocí en la peregrinación y con quien también hice el Camino de Jesús. Ahí se abrió todo un mundo nuevo. En Sevilla comencé a tener dirección espiritual con Carola, consagrada del Regnum Christi. A la vez, comencé a ir a un equipo, invitada por Eva, que había conocido en la peregrinación, y así comencé a conocer a más personas del Regnum Christi. Por 2 años más, 2016 y 2017, volví a Tierra Santa a hacer el Camino. El culmen fue el 2018, que fui 2 veces en 9 meses. A esas alturas ya sentía Notre Dame, en Jerusalén, como mi casa… ¡jaja!
Confieso que en esos tiempos lo que me movía mucho era mi sensación de que el P. Arturo y Carola eran imprescindibles para mí. Y con el tiempo me di cuenta de que fue un proceso en el que me llevó a Dios y que ellos eran los instrumentos que Él me regaló. A través de ellos yo me iba acercando más a Dios. Iba poniendo a Dios en el centro de mi vida. Proceso que aún dura… y que ha sido la clave del paso que di hace unos días al comprometerme con el Regnum Christi.
A lo largo de este tiempo has participado en Encuentros y trabajando en apostolados, incluso llevando la comunicación del Regnum Christi en Sevilla. María, ¿qué fue lo que te ha animado a dar el paso?
Pues sí, han pasado 10 años casi desde que empecé a ir a un equipo y participar en el Regnum Christi. Podría contar muchos detalles sobre estos años, de experiencias, personas… pero, al final, el paso se debe a la acción de Dios en mi vida: a que le he dejado entrar un poco más. Llevaba ya un tiempo pidiendo a Dios que Él sea el centro de mi vida, que sea él quien reine en mi vida.
Con Su ayuda y con la de Ana, mi directora espiritual, he dejado de buscarme a mí para buscarlo más a Él. En esta Cuaresma pasada me propuse ir todos los días a misa bien tempranito que es lo que me cuesta. Y acercarme más a los sacramentos, a la Adoración, examinar cada día como Dios actúa en mi vida y hacerme consciente de Su presencia en ella. Y así llegué a Argentina en una peregrinación llamada “Tras las huellas de los misioneros”, con el P. Arturo Díaz, L.C., y un grupo de 19 personas. Allí, al oír unas palabras de San Agustín en boca del P. Arturo, “¡Hasta cuándo… mañana, mañana, mañana! ¿Por qué no hoy? ¿Por qué no ahora mismo y pongo fin a todas mis miserias?”.
“Pedid y se os dará”… Pues Dios me ha concedido la gracia y la apertura para acogerlo. Para dejar de mirarme a mí misma y a todas las excusas que me he ido dando en este tiempo, que para mí eran muy válidas, y simplemente en un instante puso en mi alma ese deseo claro de querer incorporarme al Regnum Christi. De ser parte de la Familia Regnum Christi. Un poco menos de mí y un poco más de Él.
Para mí Cristo es el que hace ya años se me hizo presente y se me mostró como un Dios vivo en Tierra Santa.
¿Quién es para ti Cristo ahora?
Me acuerdo de que en la boda de una de mis amigas hice una de las peticiones. Lo que le pedí al Señor es que les ayudara a mi amiga y a su ya marido a que siempre se acordaran y volvieran al momento en que se enamoraron y lo que sintieron y les movió a estar juntos.
Y así es con Dios. Me gusta volver al momento justo en que Lo sentí. Para mí Cristo es el que hace ya años se me hizo presente y se me mostró como un Dios VIVO en Tierra Santa. Es el que aguanta mis idas y venidas, mis despistes. El que está presente aun cuando yo me olvide de Él. Es el que da sentido profundo a mi vida. Sé que es una presencia constante en mi vida, aunque a veces no sea capaz de verlo. Es Aquel a quien me gustaría que el mundo que me rodea conociera mejor. Es quien ha transformado mi vida y me llama ahora, de nuevo, con este pasito más, a dejarle hacer en mi vida lo que Él quiera de mí para extender su Reino en más almas. El que me acoge y me perdona.
¿Qué destacarías del carisma del Regnum Christi?
El acompañamiento, sin duda. A todos los niveles. Para mí la dirección espiritual ha sido y es fundamental. Pienso que la labor que hacen legionarios y consagradas en este sentido es impagable y muy importante. Una persona que, en la presencia del Espíritu Santo, te escucha, te aconseja en libertad, pero con un conocimiento de Dios y espiritualidad profundos… es muy necesaria para acompañar el camino que vamos recorriendo.
Pero yo, además de la dirección espiritual como tal, también he encontrado acompañamiento en laicos de mi equipo o de fuera del equipo. Personas que a lo largo del tiempo incluso han llegado a ser grandes amigas.
He encontrado acompañamiento en laicos de mi equipo o de fuera del equipo
¿Cómo ves el papel de los laicos del Regnum Christi en su servicio a la Iglesia?
Si miro mi propia experiencia puedo ver que Dios se ha ido valiendo de distintos laicos a lo largo de mi vida. Fue un laico quien me llevó a Tierra Santa. Fue un laico quien, a raíz de la peregrinación me invitó a participar en un equipo. Ha sido la acogida y el acompañamiento de ese equipo y del actual los que me han ido moviendo y animando estos años a través de actos concretos o simplemente por su forma de vivir y de hacer las cosas. Luego en este sentido los laicos son fundamentales para el Regnum Christi.
Además, los veo como pieza importante también fuera del Regnum Christi. Hace ya años que la Iglesia es consciente de la necesidad de que los laicos formen parte activa de ella. “La mies es mucha y los obreros pocos”. Con los ingredientes que el Regnum Christi tiene: espiritualidad, formación, acompañamiento, vida de equipo, encuentros con Cristo… hay laicos que están siendo Regnum Christi en salida, y están sirviendo a la Iglesia en otras realidades como Effetá, Emaús, Proyecto de Amor Conyugal, el COF… Es la realidad y la necesidad actual de la Iglesia y creo que debemos estar ahí. Haciendo a Cristo presente a través de nuestras vidas allí donde sea necesario.
¿Nos puedes recomendar un libro, un pasaje del Evangelio, una canción… que te hable de Cristo y te llene de Él?
Un libro: El evangelio secreto de la Virgen María; y como pasaje del evangelio: Juan 21, 7: “Al oír Simón Pedro que era el Señor, se ciñó un vestido, pues estaba desnudo, y se lanzó al agua”.
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