Regnum Christi España

Testimonio | Nicolás González: «Creo que soy un suertudo por saberme amado y sentirme hijo de Dios»

Nicolás

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Cinco jóvenes estudiantes de la Universidad Francisco de Vitoria comenzaron a formar parte de la familia del Regnum Christi durante la celebración de Cristo Rey de 2021. Nicolás González es uno de ellos.

Estudia en la UFV y también vive en el Colegio Mayor Francisco de Vitoria. Gracias a algunos miembros de su familia, así como la gente que se ha encontrado en la universidad, ha conocido más el Regnum Christi y ha decidido dar este paso. Su experiencia hasta ahora la resume con esta frase: «Soy feliz sabiendo que tanto las cosas buenas como las no tan buenas, ambas situaciones están en manos de Dios». En esta entrevista, Nicolás nos cuenta por qué ha decidido dar este paso y cómo vivió la celebración de Cristo Rey. 

 

¿Cómo conociste el Regnum Christi? 

El primer contacto fue a través de mi hermano Guillermo, cuando él venía a la Universidad: ¿qué era aquello de los Legionarios de Cristo?, ¿qué era el Reino? Esa primera curiosidad la tomé después al llegar a la universidad, rodeado de profesores, o formadores en el Colegio Mayor que pertenecían a él.

 

¿Qué cosas y acontecimientos te han llevado a incorporarte? 

El propio ambiente de la universidad y el Colegio Mayor, junto con las creencias y valores que ya tenía, me hicieron tener más ganas de aprovechar a tope para poder crecer en la fe. Comenzó con charlas o conversaciones con Rafa Gil, consagrado del Regnum Christi, como guía espiritual y de oración. Al ser un ambiente de jóvenes y al tener más ganas de seguir explorando, hicimos un grupo de jóvenes de oración y empezamos con los Encuentros con Cristo. Más adelante decidimos hacer un apostolado que pudiera transformar para bien la realidad de ser un joven católico, A Contracorriente.

 

Nicolás González junto con su familia y Rafael Gil, su director espiritual y laico consagrado del Regnum Christi.
 
¿Cómo ha sido tu experiencia de Cristo hasta ahora? 

Creo que soy un suertudo por todo lo que tengo y todo lo que he podido vivir, pero sobre todo por saberme amado y sentirme hijo de Dios. Por fortuna, para tener solo 20 años me han tocado vivir muchas experiencias de vida, operaciones, alergias peligrosas, experiencias muy cercanas a la muerte, muerte de personas cercanas y queridas… Y muchas otras experiencias brutales, viajes, amigos, familia, aventuras…»Soy feliz sabiendo que tanto las cosas buenas como las no tan buenas, ambas situaciones están en manos de Dios». Es brutal el peso que nos quita de encima y lo difícil que es delegar y dejar que Él actúe.

 

¿Cómo vivió tu familia y entorno esta decisión? 

La verdad que soy una persona muy reflexiva y las decisiones que tomo así lo son también. Desde que inicié el camino universitario, el Reino era algo que me llamaba la atención. Su dinamismo, su apertura, la forma de vivir la fe, la forma de explicar las cosas religiosas… Por lo tanto, cuando se presentó la oportunidad, no lo dudé. Lo he llevado de una manera discreta, contándoselo a mi familia primero, y a mis amigos y a mi novia después, estando felices y animándome todos en la decisión. Sobre todo porque me quería ir al retiro del triduo tranquilo para poder aprovecharlo a tope.

 

Nicolás González, el segundo por la derecha, junto con dos chicos más incorporados y Rafael Gil y Emilio Martínez, laicos consagrados del Regnum Christi.
 
¿Cómo viviste la celebración? ¿Qué es lo que más te ayudó? 

Sinceramente, nunca había estado nervioso en una misa hasta ese día. Viví la misa con gran felicidad y ánimo, reflexionando más que nunca en cada palabra y cada acción que hacíamos, en cada reflexión… Creo que nunca había exprimido tan a tope una Eucaristía y a la vez me sentía raro por sentirme nervioso, cuando soy una persona muy calmada. Supongo que es una muestra más de la grandeza de Dios y de lo que puede producir en nosotros.

 

Lo que más me ayudó fue el haber realizado previamente el retiro espiritual, el “desconectar”, por así decirlo, para poder “conectar”. Dejar atrás el móvil, las redes sociales, las preocupaciones del día a día, incluso el no hablar, para poder estar a solas con Dios y poder dejarme llevar y conectar a tope con el de arriba.

 
¿Qué esperas de este nuevo tiempo que vas a comenzar a vivir?

Quiero hacer lío a tope, VIVIR con mayúsculas siempre, llevar a donde sea la palabra de Dios y poder seguir igual de feliz sintiéndome amado por Dios y los que me rodean.

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