¿Conoces a algún joven con esta inquietud, o tú mismo te preocupas por indagar sobre el corazón humano? ¿Te contamos algo? ¡El Regnum Christi ha creado Yiós como respuesta a todo esto! «Yiós nace en el corazón de algunos miembros del Regnum Christi, legionarios, consagrados y consagradas y alguna laica, con el deseo de divulgar entre los jóvenes la Teología del Cuerpo de San Juan Pablo II», nos cuenta Belén Martín, una de las organizadoras de la actividad.
Este verano, en Vic, en la provincia de Barcelona, un grupo de chicos y chicas de bachillerato y universidad se reunieron en un campamento de nueve días para hablar de este tema tan apasionante.
El objetivo, nos cuenta Belén, es responder a un deseo del corazón del joven que es amar y amar bien. «¿Qué hay más propio de nuestro carisma que hablar del corazón donde habita el amor y aprender del amor de Cristo que es el que restaura al hombre, redime y regenera el cuerpo y el espíritu y nos injerta a todos en la comunión trinitaria?».
En Yios se abarca todo aquello con nuestro estilo: alegre, abierto, muy divertido y de profunda oración.
Para contarte de esta actividad de Veranos Regnum Christi, hemos hablado con los organizadores y los asistentes a Yiós para que te cuenten su experiencia. Después de leer los testimonios de Gongaza, Belén y Alberto seguro querrás venirte también el año que viene.
Gonzaga
«Yiós es el fruto de la adaptación del curso de Teología del Cuerpo para gente joven. San Juan Pablo II nos enseña como podemos llegar a Dios a través de nuestro cuerpo, y para ello es necesario hacerse tres preguntas: «¿de dónde vengo?», que se refiere a la creación, el inicio del cuerpo; «¿dónde estoy?», que es mi historia, y «¿hacia dónde voy?», que es el hombre escatológico, la redención, cómo Dios nos ama y nos salva.
Tuve la gran suerte de poder venir a Yiós como staff, estaba en la delegación de Vocación al Amor, y me encantaría repetir porque la Teología del Cuerpo es un tema que me llama mucho la atención y que se puede ir profundizando cada vez más. Esto me llena y me invita a seguir descubriendo a Dios en mí. Ahora en concreto, también me ayuda en mi relación de noviazgo, me ayuda a aprender a amar a mi novia con el amor de Dios y desde el amor de Dios.
Recomendaría esta experiencia a cualquier, pero en concreto a los miembros jóvenes del Regnum Christi, porque es una experiencia que cambia los corazones y cambia la perspectiva. A mí, como católico practicante y como miembro activo del RC, sí que me aportó algo nuevo. Me portó mucha esperanza de ver que otros como yo conocen esta realidad que a mi se me presentó hace un año. También me aportó mucha paz de saber que si estoy en Vida de Gracia y estoy cumpliendo los mandamientos y estoy al lado de Dios, puedo hacer las cosas con paz y tranquilidad porque aquello no viene de mí, viene de Él, y sé que es lo que más me conviene.
Ha sido un gran regalazo de Dios, una oportunidad de conocerle más y conocerme más. De unirme más a Él, y por lo tanto, de cada día poder ser un poco más feliz a su lado».
Alberto
«Yiós es una mirada desde lo profundo de tu corazón al Sagrado Corazón de Jesús. Es acercarte un poquito a entender, sentir y saber que Dios es Amor puro. Que todo, incluido tu cuerpo, va de Amor.
Me encantaría repetir esta experiencia para seguir descubriendo lo que significa la vocación al Amor y como vivir esa vocación. Sin embargo, me gustaría que para la gente que repitiese, Yiós debería ir profundizando cada vez más en la Teología del Cuerpo, para no repetir lo mismo.
Le recomendaría esta experiencia a todo el mundo. Sobretodo a gente creyente que vive racionalizando y pensando todo con la cabeza, pretendiendo entender todo por sí mismo. Cualquier persona que no sepa de corazón que Dios es todo Amor y Misericordia. También se lo recomendaría a cualquiera que tenga un mínimo de interés en cuál es la verdad sobre su cuerpo, especialmente sobre la sexualidad.
No soy miembro del Regnum Christi, pero como católico, fue clave el entender a mi Dios con el corazón en vez de con la cabeza. En empezar a vivir desde el Amor, sabiendo que soy fruto del Amor. Más corazón y menos cabeza».