El Cardenal Pironio nació en Nueve de Julio (Argentina) en 1920, y fue ordenado sacerdote en 1943. Fue docente, rector, vicario, y participó como experto en el Concilio Vaticano II. En 1975 fue nombrado pro-prefecto de la Congregación para los Religiosos y los Institutos Seculares, y al año siguiente recibió la púrpura.

En el Pontificio Consejo para los Laicos

El Papa San Juan Pablo II, en 1984, lo nombró presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, cargo que mantuvo hasta 1996. Años más tarde, el propio Pironio explicó sus sentimientos al asumir ese cargo: “En ese momento me parecía, como a muchos, haber sido relegado a un cargo de serie B. En cambio, descubrí que había sido promovido al estado laical. En efecto, los laicos forman la mayoría del pueblo de Dios”. “En este Consejo pontificio he podido trabajar para que los grandes movimientos eclesiales, que son un verdadero don de Dios y una gracia del Espíritu Santo, puedan integrarse armoniosamente y sentirse acogidos en la vida de las Iglesias locales”.

Uno de los grandes frutos de su paso por el Pontificio Consejo para los Laicos fue la creación de la Jornada Mundial de la Juventud: una pequeña idea que se desarrolló con el tiempo hasta convertirse en uno de los eventos más grandes de la Iglesia católica.

Falleció en Roma el 5 de febrero de 1998.

A continuación puedes ver un vídeo con la misa de beatificación.