Regnum Christi España

El Regnum Christi, unido a toda la Iglesia, en la Jornada de oración por las víctimas de abusos sexuales

Jornada de oración victimas abuso 2024

LomásRC

El 19 de noviembre es el Día Internacional para la Prevención del Abuso Sexual contra los niños. La Iglesia en España, por su parte, cada 20 de noviembre ha establecido la Jornada de Oración por las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia. El Regnum Christi se une de forma especial a esta jornada de oración y reparación. La celebración comunitaria de la Santa Misa de los legionarios de Cristo de ese día será por esta intención, así como la Hora Eucarística del jueves 21. En estas celebraciones se encomendará a todas las personas que han sufrido por causa de los abusos sexuales, las víctimas, sus familiares y a quienes han causado daño.

Catalina Gallegos, encargada internaciional de Ambientes Seguros de los Legionarios de Cristo, ha recordado que “somos conscientes de que el fenómeno del abuso es un asunto doloroso, y por ello deseamos que esta jornada continúe viviéndose con buen espíritu, ya que como servidores de la Iglesia estamos llamados a acoger y acompañar con amor y caridad”. En este sentido, Catalina recuerda al Papa Francisco: “No olvidemos a tantos niños y adolescentes cuya dignidad ha sido herida. Este fenómeno está surgiendo en todo el mundo (…) Todos estamos llamados a actuar con responsabilidad para prevenir todo tipo de abusos y asegurar un crecimiento sereno para nuestros jóvenes”.

 

Para la oración de esta jornada, el Regnum Christi propone la siguiente oración preparada por la Comisión Pontificia para la protección de menores.

 

Oración por las personas que han sufrido abuso sexual

Padre Santo, que cuidas con amor solícito de tus hijos e hijas, especialmente de los más pequeños y vulnerables, te encomendamos las vidas de tantos niños, niñas, jóvenes y adultos vulnerables, que han sido abusados sexualmente, decepcionando su confianza y destruyendo su candor.

 

Ayúdanos a escuchar sus gritos de dolor y a asumir la responsabilidad de tantas vidas destrozadas. Que ellos y ellas puedan encontrar la comprensión y el apoyo por parte de sus comunidades y de sus familias, para que con la ayuda de tu gracia logren sanar sus heridas y recuperar la paz.

 

Por Jesucristo Nuestro Señor, tu Hijo, que compartió nuestras debilidades en todo menos en el pecado, y vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos,

 

Amén.

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