Iker, estudia ADE y trabaja en una gestora de inversiones, y comenzó su camino espiritual en 2023 a través del retiro de Effetá del cual ha hecho que sea su actual apostolado. Y este año ha coordinado el grupo de misioneros del Regnum Christi de Barcelona en las misiones de Semana Santa en Cantabria. La vida con su equipo y con la sección ha sido esencial en su proceso: “Todo esto no hubiera sido posible si no hubiera tenido a mi equipo remando conmigo hacia el mismo objetivo, empatizando y animándome a continuar”.

¿Cómo conociste el Regnum Christi?

Mi “conversión” total, por así decirlo, fue a raíz de mi camino en Effetá en 2023. Lo hice con la parroquia de Santa Isabel, Barcelona. La gran mayoría de servidores que me acompañaron tanto en el retiro como después de éste estaban relacionados de alguna manera con el Regnum Christi, y poco a poco me fueron invitando a hacer vida en comunidad con ellos, planes totalmente normales y cotidianos, pero con el factor diferencial de que Dios era artífice de esas reuniones, y se convertía en el centro de todas nuestras juntadas. Esto, que en un pasado me hubiera parecido impensable y totalmente contrario a mi forma de ser y pensar, me empezó a atraer de forma exponencial. Me sentía bienvenido, cómodo, comprendido, querido y en paz, y todo a raíz de compartir mi vida con gente que buscaba vivir lo más cerca posible de Dios, y de cada uno de ellos empecé a ver un ejemplo de vida, no porque fueran perfectos, sino por la forma en la que amaban y luchaban por abrazar eso que más les llenaba.

Mi relación con Cristo en mi día a día es muy cercana: gracias a la oración, a la dirección espiritual y a los encuentros descubro que Él está conmigo y me ama las 24 horas

¿Cómo ha sido ese recorrido hasta tu incorporación?

Dos semanas antes de Semana Santa de 2024, el H. Daniel me invitó a vivir la Semana Santa yéndome de misiones con los jóvenes de Reino a Cantabria. Al principio no me atrajo mucho la idea, todavía desconocía mucho el movimiento y no sabía muy bien qué es lo que iba a hacer allí o qué es lo que me esperaba, pero gracias a la insistencia del Hermano decidí ir, y puedo decir que fue de las experiencias más bonitas, divertidas y transformadoras que he hecho nunca.

Descubrí el sentido de servir, salir al encuentro como hacía Jesús y dejar que el Espíritu Santo obrara en mí. Al llegar de nuevo a Barcelona, a pesar de que en ese momento no estaba asociado al Regnum Christi todavía, me sentía uno más en esta comunidad, así me hacían sentir, estaba totalmente identificado con todo lo que me habían enseñado y con todo lo que hacíamos. ¿Cómo puede ser que me sintiera tan pleno y feliz sirviendo con gente que apenas conocía en un ambiente católico?

Me explotaba la cabeza, pero era tal la felicidad que sentía, que más allá de cuestionar e intentar responder esas preguntas por mi cuenta, decidí abrazar eso que tanto me llenaba y dejé que Dios me fuera alumbrando todas las incógnitas que iban apareciendo en mi camino, y en los momentos más difíciles, aparecía mi comunidad para darme fuerzas para seguir caminando, Más adelante, un grupo de amigos ya asociados, me invitaron a hacer “encuentros” con ellos. Me fascinó, salí completamente renovado, y hasta día de hoy, me han enseñado mil cosas que me ayudan a seguir en esta vida de fe, amor y esperanza.

Pocas semanas después, el P. Jaime me propuso asociarme al Regnum Christi, y no me lo pensé demasiado, lo tenía bastante claro, me habían enseñado el camino al Cielo y no se me ocurría mejor forma de llegar que hacerlo con la familia de Regnum Christi que me había regalado Dios desde un principio.

La sección de jóvenes es una familia a la que puedes recurrir para absolutamente todo, y en la que te vas a sentir acogido en todo momento

¿Cómo vives tu relación con Cristo en el día a día desde tu incorporación? ¿Ha cambiado algo en tu vida?

Mi relación con Cristo en mi día a día es muy cercana, al principio uno se puede asustar por el hecho de que no sientes igual de fuerte la presencia de Dios en tu día a día como lo sentiste en tu primer encuentro con Él, pero con el tiempo y gracias a la oración, a mis direcciones espirituales y a los encuentros semanales con mi equipo, entre otras cosas, he aprendido que la presencia de Jesús en mi vida y su amor por mí se sobreentiende, Él está conmigo y me ama las 24 horas del día. Y a pesar de que muchas veces no lo sienta así por la cotidianeidad de mis días, así lo pienso y así intento vivirlo y tenerlo presente a través de los pequeños detalles que me regala y puedo identificar en mi rutina.

Luego, aunque un poco más complicado dependiendo de la situación, intento meter a Jesús en mi día, ya no me limito a simplemente encontrarlo en los detalles, sino que también lo introduzco yo e intento ser partícipe de su jugada en mi vida; escojo tenerlo presente, ya sea hablando de Él o llevando a la acción el evangelio (esta última es la más importante y la que todavía tengo que mejorar).

Desde que Cristo se ha hecho tan presente en mí, mi vida ha dado un vuelco completamente en todos y cada uno de los aspectos de mi vida. Pero si tuviera que destacar alguno en concreto, sin duda destacaría la paz y tranquilidad que me transmite en mis momentos más duros. Llevar a la oración y compartir con Jesús los problemas que más me preocupan o las situaciones por las que estoy viviendo, es una de las cosas que más me tranquilizan, abrirle el corazón y deshacerte del peso del “Yo” y dejar que Dios cure poco a poco tus heridas y haga maravillas en ti. Todo esto me ha ayudado a afrontar las cosas con mucho más optimismo, criterio y objetividad, poniendo siempre el corazón y la mente en Cristo y levantándome cada vez que caigo. Y todo esto no hubiera sido posible si no hubiera tenido a mi equipo remando conmigo hacia el mismo objetivo, empatizando y animándome a continuar.

Una de las prioridades del Regnum Christi es la de “ser y formar comunidades de apóstoles”. Esto es algo que tú tienes muy presente…

La sección de jóvenes es una familia a la que puedes recurrir para absolutamente todo, y en la que te vas a sentir acogido en todo momento. Mi vida en la sección se resume en convivencia, formación, oración y servicio. Podría destacar mil momentos especiales con mi comunidad, pero justo este año (2025) he tenido la suerte de coordinar el equipo de jóvenes de Reino para las misiones de Semana Santa en Cantabria, lo cual ha sido una confianza que depositaron todos en mí que ha hecho que esta experiencia haya sido muy especial, además, obviamente, de la gran experiencia de estas misiones de las cuales me llevo un recuerdo muy bonito a la vez que un gran aprendizaje.

Ligado a este conocimiento sobre el amor de Dios por nosotros, crece en mí una necesidad de compartir y de llevar el mensaje que yo he recibido a todos los demás

¿Qué papel tienen ahora en tu vida la oración, la formación o el apostolado?

La oración, la formación y el apostolado son tres pilares fundamentales en mi vida, pilares que intento fortalecer cada día y que creo que son vitales para la vida espiritual de cada uno. Por supuesto, yo sigo siendo muy nuevo y muy inexperto en estos tres pilares, pero hasta donde he podido comprobar, transforman vidas, entre ellas la mía.

Probablemente me atreva a decir que la oración es la más importante de todas, al fin y al cabo es cómo cuido mi relación con Jesús y la que me hace animarme y tenerlo presente en los momentos de más incertidumbre; de la misma manera, la oración me invita a la formación, a conocer más a Jesús y todo lo que le incumbe, a saber de dónde viene todo ese amor por mí y por qué ese amor mueve montañas como lo hace. Todas esas preguntas que Jesús nos contestó hace tiempo con su vida y que nos sigue respondiendo el Espíritu Santo hoy en día. Esas respuestas fortalecen mi fe, mi esperanza y mi amor. Ligado a este conocimiento sobre el amor de Dios por nosotros, crece en mí una necesidad de compartir y de llevar el mensaje que yo he recibido a todos los demás, empezando por mi familia y amigos, hasta cualquiera que esté dispuesto y abierto a escuchar o a dejarse ayudar.

Lo que intento decir es que los tres pilares van de la mano, pero la oración es donde empieza todo. Dependiendo de cómo cuides tu relación con Cristo, tu vida espiritual se verá de una forma u otra.

¿Nos puedes recomendar un libro, un pasaje del Evangelio, una canción… que te hable de Cristo y te llene de Él?

No soy un gran lector, pero un libro que me ayudó mucho a comprender la oración y a saber identificar cómo tenía que afrontarla dependiendo de mi situación fue La Oración, oxígeno del creyente de Jacques Philippe, me lo regaló mi director espiritual, y la verdad es que me ayudó mucho.

Un pasaje del Evangelio que llevo siempre encima es el de San Juan 13, 7: “Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; pero lo entenderás más tarde”. Lo llevo de fondo de pantalla para recordarme siempre que confíe en los planes de Dios, y también para hacer memoria y recordar todo eso que no entendí en su momento, pero que Dios ha iluminado a día de hoy.

Por último, hay una canción que me gusta mucho y me hace conectar con ese sentimiento más profundo que tengo cuando pienso en Dios. La canción se llama La Luz de Marcos Vega, también miembro de Regnum Christi.