Incorporaciones | Juan Terrer: “La sección de jóvenes de Valencia es brutal. Tenemos una hermandad, una afinidad… que es de otro mundo”

LomásRC
Juan es un joven de Valencia que acaba de incorporarse al Regnum Christi. Puede parecer contradictorio, pero él, que es graduado en Tecnología Digital, con un máster en Ingeniería de Análisis de Datos, y la carrera de Derecho en marcha, opina que la vida de oración es fundamental “porque Dios no son una serie de normas que hay que cumplir a raja tabla: Dios es una relación de tú a tú”. En esta entrevista llena de vitalidad, nos explica que haberse incorporado al Regnum Christi es algo que “se vive con mucha ilusión, reconozco que es un paso que reafirma tu fe y a la vez te invita a salir de ti mismo.
¿Cómo conociste el Regnum Christi? ¿Hubo alguna persona o alguna experiencia que te atrajese especialmente?
Pues no recuerdo del todo bien cuando fue la primera vez que pisé Regnum Christi. Pero estoy convencido de que fue yendo a un Encuentro de la mano de mi buen amigo Enrique. A Quique le conoce mucha gente, pero yo tuve la fortuna de tener que aguantarlo un retiro entero llamado Effetá y por aquel entonces se acababa de mudar a Valencia. Y el resto es historia, una bonita amistad que ha terminado siendo también comunidad con muchas más personas dentro de Reino. Echo la vista atrás y sigo alucinando con todo el camino que llevamos hecho como equipo y amigos. Sin duda, lo que más me atrajo fue ver a jóvenes como yo, con unas mismas inquietudes que se reunían semana a semana y se abrían de par en par, creando un sentimiento de comunión y amistad íntima que jamás había vivido en otro lugar. Los miércoles se convirtieron, sin yo darme cuenta, en un lugar de descanso donde coger fuerzas para salir de nuevo al mundo de las mil y una revoluciones por minuto.
¿Cómo vives tu relación con Cristo en el día a día desde tu incorporación? ¿Ha cambiado algo en tu vida?
Siendo totalmente honesto, sigo siendo el mismo que el de ayer. Hace ya un tiempo decidí tomar mi relación con Dios más en serio, empezando por lo pequeño. Aprender a parar, rezar 15 minutos por la mañana y otros 15 antes de dormir, escribir un poco (tampoco mucho, pero todos los días), leer, mirar más lo que sucede a mi alrededor… Con estas pequeñas cosas estoy aprendiendo a bajar el ritmo y a perseverar en lo que Dios, poco a poco, me va poniendo por el camino.
De esta forma, he comenzado a tomarme más en serio ciertas cosas que para mí son importantes. Dar el paso a ser parte de Reino ha sido muy natural pues ya lo era después de tantos años disfrutando, compartiendo y apoyando desde mi realidad. Creo que se puede comparar a un noviazgo bien llevado, a nadie le sorprende que acabe en boda. Pero, sin duda, se vive con mucha ilusión, reconozco que es un paso que reafirma tu fe y a la vez te invita a salir de ti mismo.
Una de las prioridades del Regnum Christi es la de “ser y formar comunidades de apóstoles”. ¿Cómo es tu vida dentro de una sección de jóvenes?
Como ya he comentado, la sección de jóvenes es brutal. Tenemos una hermandad, una afinidad… a pesar de ser cada uno totalmente diferentes (y reitero lo de totalmente diferentes)… que, nunca mejor dicho, es de otro mundo. Solo Dios consigue una comunión así. Igual me repito pero, cuando puedes ser tú mismo, cuando no tienes que forzar ni demostrar nada a nadie, descansas. No hay tensión interior y puedes quitarte las máscaras y pesos de la semana. Sin duda, lo que más gusta es la autenticidad que se vive.
Y momentos concretos podría destacar otros tantos: la JMJ, las mil y una formaciones, las cenas, los planes, los retiros, YIOS, salir a la calle para ayudar en la DANA…
¿Qué papel tienen ahora en tu vida la oración, la formación o el apostolado?
Todos estos puntos tienen un papel fundamental en mi vida.
La oración porque Dios no son una serie de normas que hay que cumplir a raja tabla, o por lo menos no para mí. Dios es una relación de tú a tú. Si no hay espacios para estar con tu mejor amigo difícilmente vas a entablar una amistad duradera, íntima y seria, aunque de por medio haya muchas risas.
La formación porque no puedes amar lo que no conoces. En mi caso, siempre me ha pasado, soy un tío con mucha imaginación y como decía Santa Teresa: “La imaginación es la loca de la casa”. Y los que somos unos motivados y soñadores tenemos que bajar dos niveles de motivación para poder frenar, aprender y dejarnos hacer. Solo así se puede interpretar adecuadamente la realidad. Formarse para vivir en verdad y exprimir la vida.
Apostolado porque de nada sirve descubrir algo increíble si no es para compartirlo. Newton podría haberse quedado la teoría de la gravedad para él, pero el hombre no habría llegado a la luna y el mundo habría perdido un gran talento. ¿Cuánto más el que ha descubierto la fuente de agua viva que sacia no va a intentar que otros (que están igual de sedientos que él) la descubran? Hace poco escuché una frase que me gustó mucho: “Simplemente somos pobres que señalan a otros pobres donde dan de comer”.
¿Nos puedes recomendar un libro, un pasaje del Evangelio, una canción… que te hable de Cristo y te llene de Él?
Ahora mismo me estoy leyendo El Idiota de Fiódor Dostoievski, una bonita reflexión de lo complicado que es vivir con un alma pura en la realidad llena de “amargados” porque la verdadera bondad puede parecer locura en un mundo corrompido y la sociedad teme y rechaza la pureza porque la desnuda. Me recuerda a Cristo porque el murió en una cruz. Él, el hombre más justo y lleno de pureza fue tratado como un loco, como un Idiota: rechazado, condenado, humillado y crucificado.
A los buenos muchas veces los vemos como pobres inocentes que “les falta calle”, cuando en realidad son ellos los que han entendido mucho mejor el mundo que les rodeada.
Ahora bien, mi libro favorito es El principito de Antoine de Saint-Exupéry: “Lo esencial es invisible a los ojos”. Y por último hay un salmo en la Biblia, el número 1, que me encanta:
¡Feliz el que pone en el Señor toda su confianza!
¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche!
Él es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien.
No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el viento.
Porque el Señor cuida el camino de los justos,
pero el camino de los malvados termina mal.
Y no quiero terminar sin nombrar, aunque sea de pasada, el Cantar de los Cantares.
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